L D (EFE) Rogge, que se ha reunido con el presidente chino, Hu Jintao, y el alcalde de Pekín, Wang Qishan, confía en que China confirme sus buenos resultados de Atenas 2004, donde ocupó el segundo lugar en el medallero por detrás de EEUU. Añade que los recientes JJOO de la capital griega no sólo mostraron la enorme progresión de China, sino también la de Japón, la confirmación de Corea del Sur como potencia deportiva y también buenos resultados de países como Indonesia o Tailandia.
"En Pekín 2008, los países europeos y Estados Unidos van a ser desafiados por Asia", ha destacado el presidente, que el pasado sábado visitó las obras de construcción de la futura Villa Olímpica, el estadio de atletismo y otras instalaciones. Al respecto, el presidente del COI destaca que la zona olímpica, situada en las afueras del norte de Pekín, es "muy compacta", pues concentra casi todas las instalaciones en la misma área, "lo que será muy cómodo para atletas y espectadores".
"Actualmente no es muy espectacular, pero en seis meses veremos algo muy diferente", dice un Rogge que no tiene "ninguna preocupación" ante los preparativos para los Juegos, pese a quejas de la ciudadanía por el mal estado del tráfico o la polución. "El presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos, Hein Verbruggen (también en Pekín) me comunicó que el proceso de organización está siendo excelente y todo va por buen camino", indica al respecto el presidente del COI.
Frente a polémicas como el masivo desalojo de ciudadanos de Pekín (se habla de 300.000 personas) para construir nuevas infraestructuras, destaca que "la construcción de nuevos aeropuertos, carreteras, etc., trae incomodidades a los ciudadanos". "La experiencia dice que los habitantes de las sedes olímpicas, aunque a veces encuentran irritantes estas incomodidades, acaban por aceptarlas", añade, poniendo como ejemplo que en la actualidad "los atenienses están entusiasmados con su nueva ciudad".
Sobre Atenas, cuyos organizadores se encuentran también en Pekín para mostrar su experiencia a Pekín, destaca que hubo "frecuentes e injustas críticas" en los meses previos a los JJOO, en los que se dudó sobre si la ciudad griega estaría preparada a tiempo. En cuanto a los plazos de construcción de Pekín, el presidente del COI afirma que "creo que no habrá ningún problema de tiempo" y que tanto él como el jefe del equipo inspector (Verbruggen) no tienen ninguna inquietud y "duermen extremadamente bien".
Rogge añade que, respecto a los presupuestos de Pekín 2008, el COI sólo aconseja a los organizadores sobre el destinado a la construcción de instalaciones deportivas, en el que el organismo costea un 60 por ciento y los organizadores el 40 restante. "Desde 1984, este presupuesto siempre ha acabado dando beneficios o al menos no causó pérdidas", indica, señalando que confía en que ocurra lo mismo en Pekín.
Añadió que respecto a la inversión en infraestructuras (transportes, acomodamiento, servicios urbanos) el COI no va a aconsejar a Pekín, ya que "es responsabilidad de China". "Todas esas inversiones benefician a las ciudades para las décadas venideras, es por eso que ciudades del prestigio de París, Londres, Madrid, Moscú o Nueva York presentan su candidatura a organizar los futuros Juegos", concluyó Rogge.
"En Pekín 2008, los países europeos y Estados Unidos van a ser desafiados por Asia", ha destacado el presidente, que el pasado sábado visitó las obras de construcción de la futura Villa Olímpica, el estadio de atletismo y otras instalaciones. Al respecto, el presidente del COI destaca que la zona olímpica, situada en las afueras del norte de Pekín, es "muy compacta", pues concentra casi todas las instalaciones en la misma área, "lo que será muy cómodo para atletas y espectadores".
"Actualmente no es muy espectacular, pero en seis meses veremos algo muy diferente", dice un Rogge que no tiene "ninguna preocupación" ante los preparativos para los Juegos, pese a quejas de la ciudadanía por el mal estado del tráfico o la polución. "El presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos, Hein Verbruggen (también en Pekín) me comunicó que el proceso de organización está siendo excelente y todo va por buen camino", indica al respecto el presidente del COI.
Frente a polémicas como el masivo desalojo de ciudadanos de Pekín (se habla de 300.000 personas) para construir nuevas infraestructuras, destaca que "la construcción de nuevos aeropuertos, carreteras, etc., trae incomodidades a los ciudadanos". "La experiencia dice que los habitantes de las sedes olímpicas, aunque a veces encuentran irritantes estas incomodidades, acaban por aceptarlas", añade, poniendo como ejemplo que en la actualidad "los atenienses están entusiasmados con su nueva ciudad".
Sobre Atenas, cuyos organizadores se encuentran también en Pekín para mostrar su experiencia a Pekín, destaca que hubo "frecuentes e injustas críticas" en los meses previos a los JJOO, en los que se dudó sobre si la ciudad griega estaría preparada a tiempo. En cuanto a los plazos de construcción de Pekín, el presidente del COI afirma que "creo que no habrá ningún problema de tiempo" y que tanto él como el jefe del equipo inspector (Verbruggen) no tienen ninguna inquietud y "duermen extremadamente bien".
Rogge añade que, respecto a los presupuestos de Pekín 2008, el COI sólo aconseja a los organizadores sobre el destinado a la construcción de instalaciones deportivas, en el que el organismo costea un 60 por ciento y los organizadores el 40 restante. "Desde 1984, este presupuesto siempre ha acabado dando beneficios o al menos no causó pérdidas", indica, señalando que confía en que ocurra lo mismo en Pekín.
Añadió que respecto a la inversión en infraestructuras (transportes, acomodamiento, servicios urbanos) el COI no va a aconsejar a Pekín, ya que "es responsabilidad de China". "Todas esas inversiones benefician a las ciudades para las décadas venideras, es por eso que ciudades del prestigio de París, Londres, Madrid, Moscú o Nueva York presentan su candidatura a organizar los futuros Juegos", concluyó Rogge.