L D (EFE) La recuperación de Puyol ha sido meteórica, pues su grave lesión por rotura del pómulo aventuraba unas seis semanas de baja y al final tan solo han sido cuatro. El jugador se lesionó el 14 de enero en el partido Barcelona-Levante de la Copa del Rey. Tras un choque con un rival en el área barcelonista, Puyol sufrió una fractura del pómulo izquierdo con hundimiento mínimo.
Andrés Iniesta también ha recibido este jueves el alta, después de caer lesionado el 11 de enero en el partido de Liga Barcelona-Zaragoza. El jugador debió abandonar el campo como consecuencia de intensos dolores producidos por una pubalgia y distensión del aductor derecho. Con estos cuatro jugadores hábiles, el Barcelona volverá a mover las piezas que tan buen resultado le dieron en el partido del fin de semana pasado, en el que goleó al Albacete (5-0), con un numeros grupo de jóvenes en el once titular.
La recuperación de Carles Puyol afectará directamente a uno de los valores más en alza del equipo catalán, como es Oleguer Presses, un futbolista descartado inicialmente por el club, con ficha de filial, que, en cambio, ha jugado con solvencia en cinco partidos. A pesar del agrado mostrado por Frank Rijkaard, el técnico no tiene motivos para prescindir del dúo Puyol-Márquez en el eje defensivo, pues es la dupla en la que confía que le dará entereza en la defensa.
Oleguer, que ya jugó en el lateral derecho el año pasado en el Sádar, con Louis van Gaal como técnico barcelonista, es más que probable que vea el partido del próximo domingo en el banquillo, aunque el Barza podría devolverlo al equipo filial, que juega en determinante partido del grupo tercero de la segunda B en Alicante. Menos traumática será la reaparición de Michael Reiziger, quien desbancará en el lateral derecho a Óscar López, quien tuvo en esta posición una actuación muy destacada en el partido contra el Albacete.
Algo más de problemático se presenta el alta de Iniesta para darle cabida en el equipo titular. Mientras que el jugador cayó lesionado cuando más confianza había acumulado, la nueva disposición en el centro del campo, con el recién llegado Edgar David, se presentan como un serio inconveniente para que el jugador manchego vuelva a tener las puertas abiertas para su alineación.
La recuperación y alineación de Ronaldinho será, sin duda, la que más movimientos provocará en el once inicial. Mientras que Rijkaard consiguió cierta armonía en el Barcelona contra el Albacete, ya que alineó a dos extremos (Luis García y Ricardo Quaresma), quienes al margen de alternar sus posiciones ocuparon razonablemente sus demarcaciones, con la llegada del astro brasileño el ataque sufrirá un considerable reordenamiento.
La estabilidad y relativo buen rendimiento que ha logrado en el centro del campo Rijkaard, con dos jugadores de brega como son Edgar Davids y su compatriota Philip Cocu y un catalizador del juego como es Xavi Hernández, se pondrá a prueba en el Sadar con la necesaria alineación de Ronaldinho, quien cuenta con mayor libertad de movimientos que el resto de compañeros.
Así, el resolutivo 1-4-3-3 del último partido quedará en suspense ante el envite contra el Osasuna, principalmente por las características del rival, del campo y por las notables reapariciones en el Barça, que ganará en calidad, aunque ello provocará algunos retoques en la táctica y dibujo del equipo.
Andrés Iniesta también ha recibido este jueves el alta, después de caer lesionado el 11 de enero en el partido de Liga Barcelona-Zaragoza. El jugador debió abandonar el campo como consecuencia de intensos dolores producidos por una pubalgia y distensión del aductor derecho. Con estos cuatro jugadores hábiles, el Barcelona volverá a mover las piezas que tan buen resultado le dieron en el partido del fin de semana pasado, en el que goleó al Albacete (5-0), con un numeros grupo de jóvenes en el once titular.
La recuperación de Carles Puyol afectará directamente a uno de los valores más en alza del equipo catalán, como es Oleguer Presses, un futbolista descartado inicialmente por el club, con ficha de filial, que, en cambio, ha jugado con solvencia en cinco partidos. A pesar del agrado mostrado por Frank Rijkaard, el técnico no tiene motivos para prescindir del dúo Puyol-Márquez en el eje defensivo, pues es la dupla en la que confía que le dará entereza en la defensa.
Oleguer, que ya jugó en el lateral derecho el año pasado en el Sádar, con Louis van Gaal como técnico barcelonista, es más que probable que vea el partido del próximo domingo en el banquillo, aunque el Barza podría devolverlo al equipo filial, que juega en determinante partido del grupo tercero de la segunda B en Alicante. Menos traumática será la reaparición de Michael Reiziger, quien desbancará en el lateral derecho a Óscar López, quien tuvo en esta posición una actuación muy destacada en el partido contra el Albacete.
Algo más de problemático se presenta el alta de Iniesta para darle cabida en el equipo titular. Mientras que el jugador cayó lesionado cuando más confianza había acumulado, la nueva disposición en el centro del campo, con el recién llegado Edgar David, se presentan como un serio inconveniente para que el jugador manchego vuelva a tener las puertas abiertas para su alineación.
La recuperación y alineación de Ronaldinho será, sin duda, la que más movimientos provocará en el once inicial. Mientras que Rijkaard consiguió cierta armonía en el Barcelona contra el Albacete, ya que alineó a dos extremos (Luis García y Ricardo Quaresma), quienes al margen de alternar sus posiciones ocuparon razonablemente sus demarcaciones, con la llegada del astro brasileño el ataque sufrirá un considerable reordenamiento.
La estabilidad y relativo buen rendimiento que ha logrado en el centro del campo Rijkaard, con dos jugadores de brega como son Edgar Davids y su compatriota Philip Cocu y un catalizador del juego como es Xavi Hernández, se pondrá a prueba en el Sadar con la necesaria alineación de Ronaldinho, quien cuenta con mayor libertad de movimientos que el resto de compañeros.
Así, el resolutivo 1-4-3-3 del último partido quedará en suspense ante el envite contra el Osasuna, principalmente por las características del rival, del campo y por las notables reapariciones en el Barça, que ganará en calidad, aunque ello provocará algunos retoques en la táctica y dibujo del equipo.