L D (EFE) El holandés, que destaca a Carles Puyol, Andrés Iniesta y el argentino Lionel Messi como los más destacados de su equipo, deja claro que debe empezar una temporada en la que tiene "que dejar las cosas claras" y que los jugadores se comporten como quieren en la próxima temporada "con la máxima motivación". Aunque admite en una entrevista a la web oficial del club que "el cansancio se nota" en el tramo final de la temporada, Rijkaard se declara "ilusionado" por continuar al frente de la plantilla.
"Tengo mucha ilusión por seguir. Es una lástima que no tengamos más tiempo para continuar y para arreglar las cosas en esta Liga, para reaccionar y demostrar que sí que somos un gran club", indicó. Pese a ello, Rijkaard insiste en que los pobres resultados de la temporada generan "mucha ilusión" por "mejorar otra vez la dinámica del vestuario". Convencido de su propia continuidad, Rijkaard también apuesta por Ronaldinho y Eto'o como pilares fundamentales de su plantilla, pero advierte que no podrá permitir "que haya dos partes" en el vestuario.
Rijkaard, que apuntó a la derrota en el Mundial de clubes como "una señal" de lo que posteriormente llegaría, subrayó "varias razones" a la hora de explicar la decepcionante temporada del equipo. "Las lesiones, también la dinámica del grupo, la forma de trabajo, que es mi responsabilidad, la pretemporada, todas estas cosas. Jugadores que en cierto momento no han tenido fuerza mental ni física para cumplir el trabajo. Pero lo digo claro, asumo la responsabilidad y no es mi forma acusar" argumentó.
Esforzado en convertir la desilusión en una nueva motivación, Rijkaard envía un mensaje contundente: "sabemos lo que hemos vivido y sabemos exactamente qué es lo que no queremos. Tenemos que actuar para que otra vez toda nuestra afición esté contenta con el equipo", promete. Rijkaard niega que los jugadores o el cuerpo técnico hayan hablado públicamente de la posibilidad de ganar siete títulos -"es algo que viene desde fuera"- y cree que acusar a los futbolistas de los problemas de la temporada "sería demasiado fácil", por lo que prefiere "asumir la responsabilidad" que le toca.
El holandés no obvia que algunos jugadores han tenido un comportamiento poco adecuado: "hay cosas de las que sólo te das cuenta mucho después. Comportamientos. Es responsabilidad de cada uno comportarse bien y vivir para el deporte. Y vivir para que estemos en las condiciones de contentar a nuestros socios. No es que todas las noticias me lleguen inmediatamente. Hay cosas que a menudo yo no he sabido y otras sí", admite.
Rijkaard defiende el modelo de la autogestión, pero matiza que los jugadores deberán comprometerse a mantener una actitud correcta. "Cuando se escucha bien y se trabaja bien, puedes entrar otra vez en la autogestión. Siempre necesitas una línea a seguir y lo mejor es que el equipo tome esta responsabilidad, con sentido común".
Futbolísticamente, Rijkaard niega que el Barcelona haya cumplido un ciclo, pero asume que "cada tres ó cuatro años", los equipos de elite sufren cambios para que "otra vez haya una nueva dinámica, energía, con nuevos jugadores, de la cantera, que aumenten el espíritu del equipo. Que cada uno acepte su posición, que cada uno esté con muchas ganas".
Puesto a destacar los aspectos más positivos de la temporada, Rijkaard no duda en apuntar nombres concretos: "el comportamiento como capitán de Carles Puyol", un jugador que se ha sentido solo, según el técnico, "gritando en el desierto para mantener el espíritu de equipo, un asunto importante que se debe corregir". También Iniesta, "un gran jugador, una gran persona que ha jugado a un nivel muy alto", y Lionel Messi, el argentino que "ha demostrado todo su talento". En resumen, "cosas que nos pueden tranquilizar", a juicio del entrenador holandés.
Preguntado sobre el papel del Real Madrid, Rijkaard recuerda que el equipo blanco cerró la temporada "igualado a puntos con el Barça" y que su equipo logró más goles y encajó menos en contra. "En los dos partidos directos, ellos han tenido la ventaja. Pero no significa que hayan sido mejores. Creo que todo el mundo sabe que el Barça tiene el mejor equipo, pero creo que ellos han actuado más como equipo, sobre todo en la segunda parte de la Liga", valora el preparador del Barcelona.
"Tengo mucha ilusión por seguir. Es una lástima que no tengamos más tiempo para continuar y para arreglar las cosas en esta Liga, para reaccionar y demostrar que sí que somos un gran club", indicó. Pese a ello, Rijkaard insiste en que los pobres resultados de la temporada generan "mucha ilusión" por "mejorar otra vez la dinámica del vestuario". Convencido de su propia continuidad, Rijkaard también apuesta por Ronaldinho y Eto'o como pilares fundamentales de su plantilla, pero advierte que no podrá permitir "que haya dos partes" en el vestuario.
Rijkaard, que apuntó a la derrota en el Mundial de clubes como "una señal" de lo que posteriormente llegaría, subrayó "varias razones" a la hora de explicar la decepcionante temporada del equipo. "Las lesiones, también la dinámica del grupo, la forma de trabajo, que es mi responsabilidad, la pretemporada, todas estas cosas. Jugadores que en cierto momento no han tenido fuerza mental ni física para cumplir el trabajo. Pero lo digo claro, asumo la responsabilidad y no es mi forma acusar" argumentó.
Esforzado en convertir la desilusión en una nueva motivación, Rijkaard envía un mensaje contundente: "sabemos lo que hemos vivido y sabemos exactamente qué es lo que no queremos. Tenemos que actuar para que otra vez toda nuestra afición esté contenta con el equipo", promete. Rijkaard niega que los jugadores o el cuerpo técnico hayan hablado públicamente de la posibilidad de ganar siete títulos -"es algo que viene desde fuera"- y cree que acusar a los futbolistas de los problemas de la temporada "sería demasiado fácil", por lo que prefiere "asumir la responsabilidad" que le toca.
El holandés no obvia que algunos jugadores han tenido un comportamiento poco adecuado: "hay cosas de las que sólo te das cuenta mucho después. Comportamientos. Es responsabilidad de cada uno comportarse bien y vivir para el deporte. Y vivir para que estemos en las condiciones de contentar a nuestros socios. No es que todas las noticias me lleguen inmediatamente. Hay cosas que a menudo yo no he sabido y otras sí", admite.
Rijkaard defiende el modelo de la autogestión, pero matiza que los jugadores deberán comprometerse a mantener una actitud correcta. "Cuando se escucha bien y se trabaja bien, puedes entrar otra vez en la autogestión. Siempre necesitas una línea a seguir y lo mejor es que el equipo tome esta responsabilidad, con sentido común".
Futbolísticamente, Rijkaard niega que el Barcelona haya cumplido un ciclo, pero asume que "cada tres ó cuatro años", los equipos de elite sufren cambios para que "otra vez haya una nueva dinámica, energía, con nuevos jugadores, de la cantera, que aumenten el espíritu del equipo. Que cada uno acepte su posición, que cada uno esté con muchas ganas".
Puesto a destacar los aspectos más positivos de la temporada, Rijkaard no duda en apuntar nombres concretos: "el comportamiento como capitán de Carles Puyol", un jugador que se ha sentido solo, según el técnico, "gritando en el desierto para mantener el espíritu de equipo, un asunto importante que se debe corregir". También Iniesta, "un gran jugador, una gran persona que ha jugado a un nivel muy alto", y Lionel Messi, el argentino que "ha demostrado todo su talento". En resumen, "cosas que nos pueden tranquilizar", a juicio del entrenador holandés.
Preguntado sobre el papel del Real Madrid, Rijkaard recuerda que el equipo blanco cerró la temporada "igualado a puntos con el Barça" y que su equipo logró más goles y encajó menos en contra. "En los dos partidos directos, ellos han tenido la ventaja. Pero no significa que hayan sido mejores. Creo que todo el mundo sabe que el Barça tiene el mejor equipo, pero creo que ellos han actuado más como equipo, sobre todo en la segunda parte de la Liga", valora el preparador del Barcelona.