
Así las cosas, parece que el base sólo tiene dos opciones, dar el salto a la NBA o seguir un año más en el DKV Joventut, club en el que ha crecido como profesional y al que denunció por el alto precio de su cláusula de rescisión. "Miraremos qué proceso tenemos que seguir y, a ver si hablando con el Joventut llegamos a un acuerdo. Este caso se ha llevado a un extremo, no es tan grave como piensa la gente", indica.
El futuro de Rubio es muy incierto, pero ahora, recién llegado de Estados Unidos, dice que hablará con su agente para ver "que camino" siguen. Lo que tiene muy claro el internacional es que quedarse en Europa no sería un paso atrás. "Ni mucho menos, aún me prepararía más para dar el salto a la NBA. Creo que estoy preparado pero si me he de quedar aquí y ganar más experiencia también está bien", añade.
Pese a la incógnita de su futuro, la próxima camiseta que vestirá será la roja de la selección española, ya que ha sido convocado por Sergio Scariolo para disputar el próximo Eurobasket de Polonia.