L D (EFE) La etapa reina de la Vuelta a La Rioja, de 164 kilómetros entre Lardero y La Cruz de la Demanda, ha resultado menos dura de lo esperado, dado que los dos altos de montaña anteriores a la meta estaban demasiado alejados de ella y, así, muchos corredores llegaron "enteros" a la parte final de la carrera.
A pesar del final complicado y menos duro de lo esperado, se produjeron numerosos intentos de fuga en la primera parte de la carrera, destacando una escapada, que nació en el kilómetro veinte, dejando al frente a diez corredores que llegaron a tener un minuto de ventaja. Entre los escapados estaba el líder del Kaiku, Jon Bru, demostrando que su equipo tenía ganas de lograr el triunfo que se le escapó en la jornada anterior y era quien buscaba que la fuga prosperase.
Los diez corredores se mantuvieron muchos minutos por delante, quizás porque en el pelotón todos los equipos eran conscientes de que la etapa se resolvería en los últimos kilómetros y por ello les dejaban hacer, pero no que tomaran una gran ventaja. Pero Bru quería llegar a esa parte de la etapa con una buena renta y volvió a incrementar el ritmo de carrera, con lo que fue perdiendo compañeros hasta que se quedó sólo con otro buen escalador, Eladio Jiménez (Comunidad Valenciana), así como su compañero de equipo Dionisio Galparsoro. Los tres llegaron a tener más de dos minutos de ventaja, pero por detrás, en carreteras que todavía eran llanas, el Illes Balears comenzó a trabajar como equipo y empezó a reducir la distancia.
El minuto de ventaja de los fugados, a menos de 30 kilómetros para el final de la etapa, dio paso a sólo 35 segundos a 25 kilómetros; y a medio minuto en el empiece del puerto de la Cruz de la Demanda, a 16 kilómetros del final, cuando ya Galparsoro se había quedado atrás. Bru y Jiménez, dos escaladores de buen nivel -de los mejores de este pelotón- parecían capacitados para llegar bien hasta el final, pero habían perdido mucha fuerza y, por ello hasta sus equipos habían preparado otras estrategias en previsión de que no aguantaran, como sucedió.
Así, dentro de los diez últimos kilómetros de carrera, y a pesar de que Bru trataba de dejar atrás a Jiménez, siete corredores, entre ellos compañeros de equipo de los fugados, habían logrado adelantarse al grupo principal e iban directos a meta a fuerte ritmo. Entre ellos sí que estaban los favoritos de la carrera el ruso Vladimir Karpets (Illes Balears) y Rubén Plaza del Comunidad Valenciana. Así, la parte final de la carrera quedó con los candidatos a la victoria final bien colocados y otros corredores con más desgaste en sus piernas, como Bru y el propio Jiménez, que poco después se descolgaron.
Seis ciclistas se quedaron en cabeza en los últimos kilómetros: Plaza, del Comunidad Valenciana; Ricardo Serrano del Kaiku; Jaume Rovira del Andalucía Paul Versan; Dailos Díaz del Orbea; y dos corredores del Illes Balears, ambos rusos, Karpets y Vladimir Efimkim. En ese tramo, el más duro, con rampas de más del diez por ciento, Karpets demostró su calidad y fue quien más tiró del reducido grupo, algo que quizás suponía que él trabajaba para su compañero de equipo. Pero en la llegada ninguno de los dos rusos tuvo el punto de fuerza que demostró Serrano, quien impuso su golpe de pedal para ganar, culminar el trabajo de su equipo durante la etapa y hacerse con el liderato de la Vuelta a La Rioja.
Así, el Kaiku, que ya buscó la victoria el viernes, será quien defienda el liderato en la tercera y última etapa de la Vuelta a La Rioja, que se disputará mañana este domingo, con salida y llegada en Logroño y 148,5 kilómetros entre medio, con dos puertos de montaña, el último a 35 kilómetros de la meta.
A pesar del final complicado y menos duro de lo esperado, se produjeron numerosos intentos de fuga en la primera parte de la carrera, destacando una escapada, que nació en el kilómetro veinte, dejando al frente a diez corredores que llegaron a tener un minuto de ventaja. Entre los escapados estaba el líder del Kaiku, Jon Bru, demostrando que su equipo tenía ganas de lograr el triunfo que se le escapó en la jornada anterior y era quien buscaba que la fuga prosperase.
Los diez corredores se mantuvieron muchos minutos por delante, quizás porque en el pelotón todos los equipos eran conscientes de que la etapa se resolvería en los últimos kilómetros y por ello les dejaban hacer, pero no que tomaran una gran ventaja. Pero Bru quería llegar a esa parte de la etapa con una buena renta y volvió a incrementar el ritmo de carrera, con lo que fue perdiendo compañeros hasta que se quedó sólo con otro buen escalador, Eladio Jiménez (Comunidad Valenciana), así como su compañero de equipo Dionisio Galparsoro. Los tres llegaron a tener más de dos minutos de ventaja, pero por detrás, en carreteras que todavía eran llanas, el Illes Balears comenzó a trabajar como equipo y empezó a reducir la distancia.
El minuto de ventaja de los fugados, a menos de 30 kilómetros para el final de la etapa, dio paso a sólo 35 segundos a 25 kilómetros; y a medio minuto en el empiece del puerto de la Cruz de la Demanda, a 16 kilómetros del final, cuando ya Galparsoro se había quedado atrás. Bru y Jiménez, dos escaladores de buen nivel -de los mejores de este pelotón- parecían capacitados para llegar bien hasta el final, pero habían perdido mucha fuerza y, por ello hasta sus equipos habían preparado otras estrategias en previsión de que no aguantaran, como sucedió.
Así, dentro de los diez últimos kilómetros de carrera, y a pesar de que Bru trataba de dejar atrás a Jiménez, siete corredores, entre ellos compañeros de equipo de los fugados, habían logrado adelantarse al grupo principal e iban directos a meta a fuerte ritmo. Entre ellos sí que estaban los favoritos de la carrera el ruso Vladimir Karpets (Illes Balears) y Rubén Plaza del Comunidad Valenciana. Así, la parte final de la carrera quedó con los candidatos a la victoria final bien colocados y otros corredores con más desgaste en sus piernas, como Bru y el propio Jiménez, que poco después se descolgaron.
Seis ciclistas se quedaron en cabeza en los últimos kilómetros: Plaza, del Comunidad Valenciana; Ricardo Serrano del Kaiku; Jaume Rovira del Andalucía Paul Versan; Dailos Díaz del Orbea; y dos corredores del Illes Balears, ambos rusos, Karpets y Vladimir Efimkim. En ese tramo, el más duro, con rampas de más del diez por ciento, Karpets demostró su calidad y fue quien más tiró del reducido grupo, algo que quizás suponía que él trabajaba para su compañero de equipo. Pero en la llegada ninguno de los dos rusos tuvo el punto de fuerza que demostró Serrano, quien impuso su golpe de pedal para ganar, culminar el trabajo de su equipo durante la etapa y hacerse con el liderato de la Vuelta a La Rioja.
Así, el Kaiku, que ya buscó la victoria el viernes, será quien defienda el liderato en la tercera y última etapa de la Vuelta a La Rioja, que se disputará mañana este domingo, con salida y llegada en Logroño y 148,5 kilómetros entre medio, con dos puertos de montaña, el último a 35 kilómetros de la meta.