L D (EFE) "Quiero quitarle trascendencia al partido si hay un resultado negativo y dársela en caso de victoria. Si ganamos, la Liga será cosa de dos y, en función del resultado del Real Madrid, podríamos tener entre un cincuenta y un setenta por ciento de posibilidades", señaló el técnico madrileño.
Benítez, que considera un "aliciente más" la posibilidad de enlazar siete victorias consecutivas e igualar la mejor racha liguera de la historia del club, recalca que el campeonato se caracteriza por la igualdad y que el cansancio y los mínimos fallos serán determinantes. "No tenemos miedo de que se rompa la racha sino la intención de alargarla lo más posible. Estamos preparados para cualquier resultado adverso porque hay margen para pelear todavía", comentaba el técnico, quien se niega a hablar de doblete porque "ni siquiera hablo de un título". "El aficionado tiene que disfrutar al máximo pero los profesionales afrontamos los partidos sin mirar más allá. Nuestros jugadores están en la mejor predisposición", añade.
El entrenador evitaba referirse a la situación que atraviesa el Real Madrid y a su concentración en La Manga del Mar Menor, si bien comenta que, con la derrota del Valencia hace siete jornadas en el Lluis Companys, "no era fácil prever que se estaría ahora en un situación tan favorable". "Era difícil cambiar los números pero se ha conseguido y ahora, con ventaja, tenemos que tratar de no cometer errores. Contra la Real buscamos tres puntos para seguir líderes", argumenta.
Sobre el conjunto de Rainald Denoueix, Benítez apunta a la Liga de Campeones como la principal causa de su irregular trayectoria en el torneo nacional y habla de "seriedad, organización y claridad de ideas" para definir su fútbol. "Es un equipo bastante serio que cuenta con buenos futbolistas y con un entrenador que lleva bastante tiempo. A partir de ahí, dependerá de nuestra energía", dice Benítez, quien otorga una especial importancia a las jugadas a balón parado para este partido.
Al ser preguntado por la buena marcha del Valencia sin la aportación de su estrella, el argentino Pablo Aimar, el técnico madrileño remarcaba: "Ahora somos un buen Valencia y con Pablo seríamos un muy buen Valencia". "Me llama la atención que, siendo tan bueno, Pablo tenga la cabeza tan bien amueblada. Es bastante autocrítico y quiero que se recupere para tener una alternativa más. Cuando está él se nota y si el equipo funciona es porque sus compañeros se esfuerzan y arriman el hombro", concluyó.
Benítez, que considera un "aliciente más" la posibilidad de enlazar siete victorias consecutivas e igualar la mejor racha liguera de la historia del club, recalca que el campeonato se caracteriza por la igualdad y que el cansancio y los mínimos fallos serán determinantes. "No tenemos miedo de que se rompa la racha sino la intención de alargarla lo más posible. Estamos preparados para cualquier resultado adverso porque hay margen para pelear todavía", comentaba el técnico, quien se niega a hablar de doblete porque "ni siquiera hablo de un título". "El aficionado tiene que disfrutar al máximo pero los profesionales afrontamos los partidos sin mirar más allá. Nuestros jugadores están en la mejor predisposición", añade.
El entrenador evitaba referirse a la situación que atraviesa el Real Madrid y a su concentración en La Manga del Mar Menor, si bien comenta que, con la derrota del Valencia hace siete jornadas en el Lluis Companys, "no era fácil prever que se estaría ahora en un situación tan favorable". "Era difícil cambiar los números pero se ha conseguido y ahora, con ventaja, tenemos que tratar de no cometer errores. Contra la Real buscamos tres puntos para seguir líderes", argumenta.
Sobre el conjunto de Rainald Denoueix, Benítez apunta a la Liga de Campeones como la principal causa de su irregular trayectoria en el torneo nacional y habla de "seriedad, organización y claridad de ideas" para definir su fútbol. "Es un equipo bastante serio que cuenta con buenos futbolistas y con un entrenador que lleva bastante tiempo. A partir de ahí, dependerá de nuestra energía", dice Benítez, quien otorga una especial importancia a las jugadas a balón parado para este partido.
Al ser preguntado por la buena marcha del Valencia sin la aportación de su estrella, el argentino Pablo Aimar, el técnico madrileño remarcaba: "Ahora somos un buen Valencia y con Pablo seríamos un muy buen Valencia". "Me llama la atención que, siendo tan bueno, Pablo tenga la cabeza tan bien amueblada. Es bastante autocrítico y quiero que se recupere para tener una alternativa más. Cuando está él se nota y si el equipo funciona es porque sus compañeros se esfuerzan y arriman el hombro", concluyó.