Quique Sánchez Flores, entrenador del Atlético de Madrid, ha destacado la importancia de ganar el partido ante el Athletic en el Vicente Calderón y ha dicho que hay que hacer que sea "el partido de la alegría y la amnistía", después de la última mala racha de resultados. "Al Athletic lo veo bien, una dinámica de equipo joven, con fuerza, con confianza y que está en el puesto que queremos nosotros de entrada. Venimos toda la temporada desempeñando puestos europeos y queremos seguir haciéndolo, debe ser la base para conseguir el siguiente objetivo", ha valorado en rueda de prensa.
"Y, para eso, es importante ganar el partido, hacer que sea el partido de la alegría, de la amnistía, en el que todo el mundo pongamos punto y aparte, porque se jugó una primera vuelta, una serie de competiciones y ahora estamos en el objetivo fundamental y prioritario. Jugamos ante los nuestros y tenemos la obligación de hacer un partido bonito, alegre y contundente", ha dicho.
El técnico también ha sido preguntado por el recibimiento que espera de la afición del Vicente Calderón por los últimos malos resultados. "El público siempre está en su derecho de hacer lo que crea oportuno, pero yo siempre cuento con el público. No tengo otra experiencia desde que llegué al Atlético de Madrid. Yo vine en un momento muy delicado y he visto un respeto brutal por toda la situación a la que el equipo dio la vuelta", ha explicado.
"Ellos saben que los necesitamos, saben que nos dieron una lección brutal el día de la Copa del Reyde lo que es este sentimiento. Y puedo decir que ellos están concienciados de que no pueden defraudar a su gente", ha asegurado. "Ahora bien, a veces, aún intentándolo, nos sentimos impotentes, en ocasiones ha pasado, pero el objetivo fundamental de esta plantilla es estar unida a su afición. Por lo tanto, haremos lo posible desde el primer minuto para que se note que nosotros queremos esa unidad", avanzó el técnico, que consideró posible que el equipo complete una gran segunda vuelta y acabe en Champions.
En ese sentido, Quique recordó que, "en todas las segundas vueltas, en cada temporada, siempre hay un equipo que exagera la nota y de repente hace 40 o 42 puntos". "¿Por qué no va a ser el Atlético? No veo ningún motivo para que no lo sea", ha añadido. "Hemos hecho unos cuantos puntos menos de los que pensábamos en la primera vuelta y ahora hay que hacer unos puntos de más. Todo pasa porque tengamos confianza y recuperemos ciertas cosas que nos den más confianza en los propios jugadores dentro del terreno de juego", ha agregado.
A nivel personal, los últimos resultados han dejado a Quique en una situación comprometida en el banquillo del Atlético. "Tengo cosas muy claras: a mí no me gusta estar preguntando constantemente sobre el puesto de trabajo de los demás, me gusta que cumpláis vuestros contratos, seáis felices y que no estéis tan preocupados del cargo de los demás", ha declarado.
"Y, por otra parte, tengo muy claro lo que siento por este club y por esta afición. Mas allá de las situaciones que se den resultadistas, tengo muy claro que cuando todo haya pasado y no pertenezca en su momento al Atlético de Madrid, cuando sea, miraré para atrás y diré qué jodidamente feliz fui con este equipo y cómo me alegro de haber hecho más feliz a este gente durante un periodo de tiempo. Con esa conciencia estoy absolutamente tranquilo", ha dicho.
Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club, garantizó el pasado martes la continuidad del entrenador hasta final de temporada. "Siempre, pero el refuerzo más importante es el mío propio y la confianza en mi trabajo. En cada club que he estado, he cumplido objetivos siempre", ha recalcado. "Incluso, la única vez que fui cesado en ocho años estaba en objetivos. Por tanto, no tengo la sensación de haber pasado por ningún club, y todos son de gran categoría, sin haber cumplido un objetivo. Tengo una confianza terrible en mi trabajo y esa es mi confianza máxima", ha continuado.
Quique, además, ha advertido de que no ve ninguna similitud con su destitución en Valencia: "En absoluto. Fue una fractura social que se produjo por una determinada situación incontrolable. El equipo fue tercero, cuarto, cuarto finalista de la Liga de Campeones y me despedí cuarto a cuatro puntos del líder. Veo inviable que en el Atlético de Madrid pasara una situación así".