Quique dice que la mala situación del equipo se debe al cansancio y no a fisuras en el vestuario

L D (EFE) "No veo ninguna grieta en el vestuario, lo veo como lo vi el 1 de julio. Han sido muy fuertes, son muy fuertes y saben lo que tienen que hacer", afirmó Quique, que no quiso analizar con detalle las declaraciones del pasado jueves del lateral italiano Amedeo Carboni en las que aseguraba que había un exceso de egoísmo en la plantilla pero que señaló que no las comparte. "A lo mejor todo esto viene por haber ido casi al límite por un objetivo que se ha demostrado que no es el nuestro. Durante mucho tiempo hemos sido casi la única alternativa al Barcelona. Nos desgastamos y ahora hay que ir a por el otro objetivo, que es ser el primero del grupo que va del segundo al cuarto clasificado", señaló el entrenador del conjunto valencianista.

Pese a todo, el entrenador madrileño ha aclarado que no está disgustado por las declaraciones de Carboni y alabó la excelente predisposición del italiano para entrenarse. "Los jugadores tienen libre pensamiento y pueden decir lo que quieran pero a mi la visión de grupo me la da el día a día. En la derrota y en los empates, que son los parámetros en los que nos movemos ahora, los grupos se hacen más débiles y más dispersos, esa es la que hay y es la que ha habido siempre en el fútbol", apuntó.

"Ni me dejo llevar por las reflexiones de los jugadores cuando ganamos ni me dejo llevar por lo que dicen cuando estamos en una situación más difícil. Lo que hay que mejorar es el trabajo de campo. Las reflexiones individuales son respetadas pero no tienen porque ser ciertas", añadió. Quique subrayó que Carboni "quiso dar su mensaje y lo dio, yo no lo he entendido demasiado bien pero no voy a hacer rueda del mensaje, Carboni tendrá la tranquilidad de haberlo hecho pero no afecta al vestuario", comentó.

El técnico del Valencia recordó que ahora deben cambiar la predisposición, deben de recuperar valores que han tenido durante la temporada. "Hemos creado un sistema que nos ha dado muchos beneficios y queremos volver a alimentar ese sistema, esa forma de trabajo", agregó. Quique aseguró que en los últimos encuentros han estado menos concentrados y que se han dispersado más con errores defensivos, además atacar "peor" y haber perdido "veinte metros en el campo", lo que les ha convertido, en su opinión, en un equipo " peor". "Tenemos un niño precioso de ojos azules que nos ha dado muchas alegrías y lo que no podemos hacer es cambiarlo por otro que no conocemos", ejemplificó el entrenador.

Quique reconoció que eran conscientes cuando mejor estaban que la situación podía cambiar en cualquier momento "pero ha sido demasiado brusco", apostilló. "Tenemos muy claro que lo que tenemos que hacer es ganar un partido para romper la dinámica", señaló Quique, que recordó que pese a la mala racha la marcha global del equipo es buena y que reconoció que "seríamos muy inconscientes si no asumimos la responsabilidad del objetivo cuando lo tenemos tan cerca".

El entrenador madrileño hizo también un llamamiento a la afición para que les apoye en los cuatro encuentros que deben disputar como locales, empezando por el que el domingo les enfrenta al Cádiz. "Tenemos cuatro partidos en casa, nos queda el último empujón y pediría que estén con nosotros como lo han hecho en el resto de los partidos. Que le den importancia al Cádiz, que se juega todo" recordó Quique.

"Vamos a necesitar a la afición", señaló Quique, que pidió a los aficionados que hagan "un esfuerzo y si luego no están de acuerdo, que se quejen, si tienen alguna duda que recuerden que este grupo les ha hecho felices". El entrenador habló también de la reunión que mantuvo el presidente con la plantilla a principios de semana para pedirles la máxima implicación en el tramo final de la Liga. "Está en su obligación de transmitirnos su presión y sus inquietudes. Prefiero los presidentes que reaccionan a los que no aparecen por los estadios y las ciudades deportivas", concluyó.