L D (EFE) "Tengo una renta de 1:53, va a depender del día que tenga. Son muchos kilómetros y soy consciente de que será bastante difícil mantener el maillot amarillo. Pero si tenemos como referencia las últimas contrarrelojes puedo mantenerlo. Desde luego que lo voy a intentar con todas mis fuerzas", dice el ciclista madrileño.
Avisa Contador sobre las dificultades que le pondrá su principal rival, el australiano Cadel Evans (Predictor-Lotto), que en la anterior contrarreloj le sacó 1:04 minutos. "Él es un especialista en la contrarreloj y tiene más experiencia que yo para afrontar una tercera semana de una grande", avisa.
El corredor de Pinto, de 24 años, se ha enfundado el jersey de líder dejado vacante por el danés Michael Rasmussen, excluido de la carrera por el Rabobank por haber mentido sobre su lugar de entrenamiento. "Hubiera preferido ganar el maillot en la bicicleta, en la etapa de montaña, pero no pude. Y estas son cosas del ciclismo", comenta. El madrileño no quiere opinar sobre la exclusión de Rasmussen. "No soy juez y no conozco bien el caso. Me he enterado esta mañana y ha sido una sorpresa", indica.
Pero sí ha empleado buena parte de su comparecencia para defender su limpieza. "Por supuesto que estoy limpio. Además, he pasado todos los controles antidopaje que me han solicitado, tanto en competición como fuera de competición", dice. También se ha referido a la 'Operación Puerto', con la que parte de la prensa le relaciona puesto que estaba en el equipo de Manolo Saiz. "Estaba en ese equipo y me pilló de lleno. Creo que estaba en el equipo inadecuado en el momento inadecuado. Se aclaró la situación a la semana por parte de la UCI y aquí estoy de nuevo", responde.
Asimismo, niega conocer al polémico doctor Michele Ferrari, del que dice que no reconoce ni físicamente y con quien afirma no haber hablado nunca. "Mis médicos son los médicos del equipo", señala. Para Contador, la situación actual del ciclismo "es triste". "Con lo bonito que es este deporte. Hay pocos deportes que junten a dos millones de personas. Es una pena que se vea enturbiado y cuestionado", concluyó.