(Libertad Digital) Scolari sabía cómo jugarle a Holanda, con presión en el centro y que el ritmo del juego, siempre alto, lo controlasen su medio campo. Además logró también atar en corto a Robben, así como evitar que le llegasen balones a Van Nistelrooy.
Desde casi el inicio se hizo con las riendas del partido. Llegaba al área rival y creaba ocasiones de gol pero no las resolvía. Pese al triunfo, el gol es la asignatura pendiente del combinado luso. Dispone de una excelente defensa, un centro del campo con muy buenos futbolistas y un espíritu de lucha en todas sus líneas digno de admiración, pero le cuesta marcar. Las internadas de Figo por ambas bandas, acompañadas de un buen definidor, serían morales para sus rivales, pero carece el equipo Scolari de un nueve que remate la buena faena de un equipo trabajado como es el portugués. Pauleta se hartó de fallar.
Sin embargo, entre sus virtudes también figuran las jugadas a balón parado, que pueden ser muy útiles ante un equipo como el holandés, que tiene en la defensa su auténtico talón de Aquiles. Un córner sacado por Deco encontró la cabeza de Cristiano Ronaldo quien, libre de marca, abrió el marcador. Holanda tuvo pocas oportunidades, entre ellas un gol anulado a Van Nistelrooy por fuera de juego, pero era Portugal la que sucedía una detrás de otra sus apariciones por el área rival. Figo volvió loco tanto al flanco derecho como al izquierdo de la defensa y sólo el poste evitó que aumentase la cuenta portuguesa. También pudo marcar Pauleta con un remate bocajarro al que respondió Van der Sar con una mano prodigiosa.
El equipo de Dick Advocaat, con una importante dosis de talento en sus filas, se vio desbordado por la ya conocida entrega y entusiasmo que embarga a Portugal en sus partidos en este torneo y casi nunca tuvo respuesta ante la claridad de ideas de su oponente. No era la noche de Pauleta. Al poco de reanudarse el choque, un balón largo le llevó a encarar en solitario a Van der Sar y la estrelló prácticamente contra el portero holandés, quien, sin embargo, nada pudo hacer para evitar, propiciado por un nuevo despiste de su defensa, el segundo gol local, aunque no cabe duda que será uno de los mejores goles de la Eurocopa. El zambombazo de Maniche desde un lateral de la frontal del área trazó una parábola imparable. Una pobre primera parte y un inicio del segundo tiempo en la misma línea, demostraba que Holanda había vuelto a las andadas, a la mala imagen del principio del torneo y tras haber mejorado ante Letonia y en los cuartos de final, ante Suecia.
Pero, el fútbol es caprichoso y Jorge Andrade, en propia meta, le metió en el partido a los 63 minutos. Incluso, sin haber hecho casi nada, pudo empatar apenas un minuto después. El partido cobraba otra dimensión. El equipo de Advocaat mejoró con la entrada de dos jugadores de vocación ofensiva como Makaay y Van der Vaart, lo que hizo retroceder varios metros a Portugal, aún a riesgo de que en una contra el equipo luso le diese la estocada definitiva al partido. En el tramo final, a la desesperada, Holanda embotelló a Portugal en su área. Buscaba la prórroga ante un rival que se defendió con todo y que no dejó escapar su presencia en "su" final e, incluso, pudo marcar el tercero, pero Van der Sar, el mejor holandés, lo evitó.
Ficha técnica del partido
Portugal, 2: Ricardo; Miguel, Andrade, Carvalho, Nuno Valente; Maniche (Couto, m.87), Costinha, Deco, Figo; Cristiano Ronaldo (Petit, m.67) y Pauleta (Nuno Gomes, m.75)
Holanda, 1: Van der Sar; Reiziger, Stam, Bouma (Van der Vaart, m.56), Van Bronckhorst; Davids, Seedorf, Cocu, Overmars (Makaay, m.46), Robben (Van Hooijdonk, m.81); y Van Nistelrooy
Goles: 1-0, m.26: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.58: Maniche. 2-1, m.63: Andrade, en propia puerta
Árbitro: Anders Frisk (Suecia). Mostró tarjetas amarillas a los portugueses Cristiano Ronaldo, Nuno Valente y Figo, y a los holandeses Overmars y Robben
Incidencias: Primer partido de semifinales de la Eurocopa 2004 disputado entre las selecciones de Portugal y Holanda en el estadio José Alvalade de Lisboa ante más de 50.000 espectadores