L D (EFE) Para Piqué, será clave "no encajar ningún gol" en el encuentro del próximo miércoles, "porque en eliminatorias de ida y vuelta como ésta, que no te metan goles en casa es vital".
El central confía en el público del Camp Nou, "que desde el minuto uno al noventa estará detrás nuestro" para lograr un buen resultado en la ida y encarrilar una eliminatoria que ve "al cincuenta por ciento". Del Bayern destaca su fútbol físico y su capacidad para jugar al contragolpe. "Tiene muchos jugadores que superan el 1,80 y jugarán sus armas: se van a cerrar muchos atrás y utilizar la contra con jugadores rápidos como (Frank) Ribery".
Y no cree que el 5-1 encajado en la Bundesliga ante el Wolfsburgo pueda pasarle factura, sino todo lo contrario. "Recibir cinco goles nunca es fácil para un equipo como el Bayern, que es el mas grande de Alemania, pero son dos competiciones diferentes, y ahora pueden desconectar de su la Liga y venir aquí y demostrarle a sus aficionados que siguen siendo un gran equipo".
Si juega, Piqué seguramente tendrá que verse las caras con Luca Toni, "un jugador muy alto, muy potente y muy fuerte al que es complicado ganarle en los balones aéreos", aunque el zaguero catalán tiene la receta para frenarle: "que nos las toque y, si lo hace, que no gire, que no piense", apuntó.
El central azulgrana se está consolidando en el once de Pep Guardiola, pero aún quiere más. Dice que sólo tiene 22 años, que es "joven" y que no está cansado, "porque ahora no hay lugar para el cansancio". "Ahora viene lo más bonito, llevamos no sé cuánto tiempo trabajando para llegar a este momento de la temporada, y toca disfrutar. Ojalá me pongan todos los partidos que quedan, porque los voy a aguantar", manifestaba.
Sobre la Liga y la insistencia del Real Madrid en no descolgarse del líder -la distancia sigue siendo de seis puntos-, Gerard Piqué se mostró optimista. "Al final, la Liga la vamos a ganar o perder nosotros, pero depender de nosotros es un privilegio", concluyó.