El caso se remonta a noviembre de 2009, en un partido entre dos equipos de fútbol de aficionados, el Descanso Sampaio y el Magosto de Redondela. En un momento dado se produce un enfrentamiento entre varios jugadores que ha terminado con Celso D., jugador del Magosto, en el juzgado.
Se le acusa de haber mordido en la nariz a Elías G.C., jugador del Sampaio, y escupir al césped "parte de la sustancia arrancada", con lo que podrían caerle hasta dos años de cárcel, así como 9.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Como suele ser habitual, las versiones son bastante contradictorias. El acusado asegura que se montó una tángana al finalizar el encuentro y que no fue él quien le arrancó el trozo de nariz, mientras que el herido afirma que sólo hubo alguna patada, y que en un momento dado Celso D. se le echó encima, fueron al suelo, y le arrancó una parte de un mordisco para luego escupirla.
Además, Elías G.C. ha comentado que tuvo que estar de baja laboral durante cuatro meses, ya que además de las lesiones en su apéndice nasal, que precisó de curas e injertos, también sufrió estrés postraumático.