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Peterhansel aprovecha el naufragio de De Villiers y Carlos Sainz para auparse al liderato en coches

Los Mitsubishi de los franceses Stephane Peterhansel y Luc Alphand han dado un golpe de mano en la novena etapa del Rally Lisboa-Dakar para destronar la hegemonía de los Volkswagen, empantanados entre Tichit y Nema, donde han naufragado el español Carlos Sainz y el sudafricano Giniel de Villiers. Víctimas de averías mecánicas, los Touareg llegaban a la meta remolcados y dejaban expedito el camino a los Montero. En motos, Marc Coma ha salido fortalecido al ceder sólo 22 segundos al segundo clasificado, el francés Cyril Despres, al que aventaja en casi una hora en la general.

Los Mitsubishi de los franceses Stephane Peterhansel y Luc Alphand han dado un golpe de mano en la novena etapa del Rally Lisboa-Dakar para destronar la hegemonía de los Volkswagen, empantanados entre Tichit y Nema, donde han naufragado el español Carlos Sainz y el sudafricano Giniel de Villiers. Víctimas de averías mecánicas, los Touareg llegaban a la meta remolcados y dejaban expedito el camino a los Montero. En motos, Marc Coma ha salido fortalecido al ceder sólo 22 segundos al segundo clasificado, el francés Cyril Despres, al que aventaja en casi una hora en la general.

L D (EFE) Sainz volvía a estrellar su conducción contra la mecánica y, si el domingo salía tocado tras conducir 300 kilómetros sin dirección asistida, 24 horas  después ha quedado hundido por una avería eléctrica que le detuvo en el kilómetro 325 de la especial de casi 500. La ayuda de sus compañeros Mark Miller y Carlos Sousa no hizo arrancar el vehículo, que llegó remolcado a la meta. Por segundo día consecutivo a Sainz le abandonaba el coche cuando mejor marchaba, cuando había marcado los mejores tiempos en todos los pasos cronometrados y cuando había empezado a soñar con una remontada que le reenganchara al Dakar.

Más trágico es el naufragio de De Villiers, quien se levantó como el principal favorito para el triunfo gracias a la media hora de ventaja que tenía sobre Peterhansel, y ha visto cómo el turbo de su Tuareg se incendiaba a 129 kilómetros de la salida, lo que le impidió también llegar por sus propios medios a la meta. Del naufragio de Volkswagen resurgieron Peterhansel y Alphand, agazapados hasta ahora en la general y que, a falta de más de 3.000 kilómetros para llegar a Dakar, son los nuevos favoritos para el triunfo.

Ninguno de los dos quiere vender todavía la piel del oso, sabedores de que cazarlo cuesta aun sortear muchos obstáculos y que en el Dakar nada es definitivo hasta el Lago Rosa. Pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que 2007 no acabe con el noveno triunfo de Peterhansel o con la renovación del título por parte del Alphand. A falta de rivales procedentes de otros equipos, el principal enemigo de ambos está en casa, como ya sucedió el año pasado, y sólo el deseo de ambos de ganar les hará forzar la máquina y correr riesgos en las próximas etapas, con las consecuencias que eso pueda deparar.

A Alphand se le escapó la victoria de hoy por 13 segundos, los que ganó el veterano Jean-Louis Schlesser para apuntarse su segunda victoria en esta edición y encaramarse a la cuarta plaza de la general, justo por detrás del qatarí Nasser Saleh Al Attiyah, la sorpresa del rally, que se ha valido de su sabiduría en las dunas para invitar a su BMW al banquete de los favoritos. Peterhansel, que tuvo que parar unos minutos para cambiar el embrague de su Montero, fue tercero en la meta por detrás de Alphand, pero cuenta con una renta de casi ocho minutos que le permiten ostentar, al menos por el momento, el liderato, pese a que todavía no sabe lo que es ganar una etapa en esta edición.

Coma sólo cede 22 segundos a Despres

Si en coches la etapa ha demostrado que nada está decidido, sobre dos ruedas el trayecto ha servido para que el español Marc Coma escribiera una nueva página de su monólogo personal, porque cuando da la de cal les saca minutos a sus rivales y cuando toca la de arena sólo cede segundos. Este lunes salieron cruces y apenas perdió 22 segundos sobre el que se perfila como su principal rival, el francés Cyril Despres, quien resignado parece abonado a la única carta posible para destronar a Coma, que su moto tenga un fallo.

Una posibilidad que planea sobre Coma, puesto que pilota el nuevo modelo de KTM, el mismo que Despres y que Isidre Esteve, que ya saben lo que es quedarse tirados en medio del desierto con la caja de cambios destrozada. Por eso nadie se atreve a decir que la suerte está echada y todos saben que el 'status quo' puede quedar hecho migas por la ley del Dakar. Mientras, ajeno a las peleas de la cabeza de al general, el letón Janis Vinters se adjudicó la etapa, la primera que gana en el Dakar.

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