L D (EFE) Petacchi entraba el día anterior en Nevers señalando con los dedos el número tres. En Lyon, donde terminaba la primera etapa del Tour allá en 1903, ha ganado con tal holgura que le ha dado tiempo a mirar a su alrededor cómodamente, comprobar que nadie le hacía sombra y levantar los brazos con aires de grandeza. Después de sus seis etapas del Giro, ya puede incluso decir que es el número uno del mundo, algo que hasta el momento le ha impedido su excesiva modestia. El sucesor de Cipollini ha invertido un tiempo de cinco horas, ocho minutos y 35 segundos en cubrir los abrasadores 230 kilómetros entre Nevers y Lyon correspondientes a la sexta etapa, la víspera de la montaña, donde los esprinters tendrán que formar su grupo para sufrir en las cuestas y no para pelearse a toda máquina. Hasta el próximo martes tendrán "descanso".
Los rivales del ganador se fueron quedando fuera combate antes de tiempo. El alemán Zabel se fue al suelo a tres kilómetros de la meta y llegó desolado a más de siete minutos. En la refriega quedó cortado el ex maillot verde Robbie McEwen, y de Óscar Freire nada se supo entre el grupo de guepardos. El cántabro se encuentra con problemas a la hora de codearse con los corredores de su especie. El australiano Baden Cooke fue segundo y el italiano Fabrizio Guido tercero. Los favoritos llegaron delante a salvo de imprevistos, con la mente puesta en la etapa que abre el Tour del podio mañana en Morzine Avoriaz. Hasta entonces se trata de la travesía del desierto, que con este calor es algo más que una frase literal. La carrera entrará en los Alpes con Víctor Hugo vestido de amarillo y su jefe Lance Armstrong a un segundo, ya listo para el cambio de prenda. Beloki estrenará los puertos de verdad a 32 segundos del texano aspirante al quinto Tour consecutivo.
Los laureles que lograba Petacchi, maillot verde incluido, en los últimos metros de una recta de 2 kilómetros fueron los que buscaron el australiano Stuart O´Grady y el joven francés de 23 años Anthony Geslin durante 195, pero el Tour no quiere repartir este año gloria entre los aventureros. Ambos saltaron en el kilómetro 35 y fueron cazados cruelmente a 200 metros de la línea de meta. El pelotón les tragó materialmente sin el menor reconocimiento a su duro esfuerzo. Así son las reglas del juego en la carrera más importante del mundo. O´Grady ya conoció momentos de memorables en 1998 y 2001 cuando vistió el amarillo de líder, y fue uno de los 14 protagonistas de la escapada que hace dos años batió el récord de distancia al pelotón (35:54 minutos) en la etapa Colmar-Pontarlier. Geslin, de 23 años, uno de los tres más jóvenes del Tour, ya lo intentó en la tercera etapa y fue alcanzado a 16 de meta. Su edad le permitirá intentarlo muchas veces más y la experiencia le servirá como aprendizaje. Madera de aventurero le sobra.
El libro de ruta entra en los Alpes con la séptima etapa entre Lyon y Morzine Avoriaz, la más larga del Tour del centenario con 230,5 kilómetros de recorrido. Los favoritos ya saldrán a escena para medir sus fuerzas. La parte más complicada llegará al final con el Col de la Ramaz, de primera categoría, y la pequeña Cota de Gets, de tercera, a 13 kilómetros de meta. Antes, dos puertos de segunda (Portes y Mont des Princes) y uno de tercera, el de Cruiselles.
Los rivales del ganador se fueron quedando fuera combate antes de tiempo. El alemán Zabel se fue al suelo a tres kilómetros de la meta y llegó desolado a más de siete minutos. En la refriega quedó cortado el ex maillot verde Robbie McEwen, y de Óscar Freire nada se supo entre el grupo de guepardos. El cántabro se encuentra con problemas a la hora de codearse con los corredores de su especie. El australiano Baden Cooke fue segundo y el italiano Fabrizio Guido tercero. Los favoritos llegaron delante a salvo de imprevistos, con la mente puesta en la etapa que abre el Tour del podio mañana en Morzine Avoriaz. Hasta entonces se trata de la travesía del desierto, que con este calor es algo más que una frase literal. La carrera entrará en los Alpes con Víctor Hugo vestido de amarillo y su jefe Lance Armstrong a un segundo, ya listo para el cambio de prenda. Beloki estrenará los puertos de verdad a 32 segundos del texano aspirante al quinto Tour consecutivo.
Los laureles que lograba Petacchi, maillot verde incluido, en los últimos metros de una recta de 2 kilómetros fueron los que buscaron el australiano Stuart O´Grady y el joven francés de 23 años Anthony Geslin durante 195, pero el Tour no quiere repartir este año gloria entre los aventureros. Ambos saltaron en el kilómetro 35 y fueron cazados cruelmente a 200 metros de la línea de meta. El pelotón les tragó materialmente sin el menor reconocimiento a su duro esfuerzo. Así son las reglas del juego en la carrera más importante del mundo. O´Grady ya conoció momentos de memorables en 1998 y 2001 cuando vistió el amarillo de líder, y fue uno de los 14 protagonistas de la escapada que hace dos años batió el récord de distancia al pelotón (35:54 minutos) en la etapa Colmar-Pontarlier. Geslin, de 23 años, uno de los tres más jóvenes del Tour, ya lo intentó en la tercera etapa y fue alcanzado a 16 de meta. Su edad le permitirá intentarlo muchas veces más y la experiencia le servirá como aprendizaje. Madera de aventurero le sobra.
El libro de ruta entra en los Alpes con la séptima etapa entre Lyon y Morzine Avoriaz, la más larga del Tour del centenario con 230,5 kilómetros de recorrido. Los favoritos ya saldrán a escena para medir sus fuerzas. La parte más complicada llegará al final con el Col de la Ramaz, de primera categoría, y la pequeña Cota de Gets, de tercera, a 13 kilómetros de meta. Antes, dos puertos de segunda (Portes y Mont des Princes) y uno de tercera, el de Cruiselles.