L D (EFE) Petacchi demostró su poderío en la larga recta de llegada de Sabiñánigo y superó con autoridad al catalán Angel Edo, del Milaneza MSS, y al también italiano Fabiano Fontanelli, del Mercatone Uno, y en la que destacó la quinta plaza final de su compañero Marco Pantani. El conjunto que dirige Stefano Zanatta estuvo siempre en las primeras posiciones de la etapa, pero tuvo que esperar hasta la ascensión al puerto de Serrablo, a 56 kilómetros de la llegada, para saber si su mejor velocista estaría en condiciones de luchar por una victoria que finalmente consiguió.
La salida cuesta abajo de Benasque favoreció un ritmo endiablado desde nada más cruzar la pancarta del kilómetro cero y todo el pelotón puso a rodar sus bicicletas a casi sesenta kilómetros por hora, lo que hizo que en la primera hora de esta segunda etapa se realizasen 52 kilómetros. El banderazo de salida provocó la primera escapada en la que se metieron hasta diez ciclistas, ninguno de ellos peligroso para el líder Leonardo Piepoli, aunque su equipo colocó a Jon Odriozola y Xabier Zandio como vigilantes.
Los compañeros de Piepoli ya sabían que les iba a tocar trabajar y tuvieron que empezar a hacerlo desde el principio, aunque el principal escollo lo deberán salvar en las próximas jornadas en las que la presencia del viento podría terminar convirtiéndolas en mucho más peligrosas. Este grupo no llegó a superar el medio minuto de ventaja pero se mantuvo al frente de la carrera los primeros veintidós kilómetros, lo que hizo que se mantuviese el elevado ritmo que siempre provocan los comienzos de etapa en Benasque, con los primeros kilómetros en constante bajada.
Los componentes del pelotón en la ronda aragonesa no parecían dispuestos a bajar el ritmo y la carrera siguió consumiendo kilómetros por encima del mejor horario previsto por los organizadores. La ascensión al alto de San Roque, en el kilómetro setenta, no llegó a romper el grupo, pero en el descenso se formó una nueva escapada compuesta por seis ciclistas, Angelo Lopeboselli, Benjamín Noval, Massimo Codol, Angel Castresana y Gonzalo Bayarri, entre los que nuevamente el ibanesto.com metió a uno de sus componentes, José Luis Arrieta, y al que unos kilómetros después se unieron otros dos ciclistas, Alberto López de Munain y Mikel Astarloza.
Este grupo consiguió una ventaja que no llegó a superar el minuto y medio, aunque durante algunos kilómetros Alberto López de Munain llegó a ser líder provisional de la Vuelta a Aragón. La ascensión al alto del Serrablo, un puerto largo pero sin rampas excesivamente exigentes, provocó un nuevo reagrupamiento y los equipos que tenían velocistas pasaron a controlar el ritmo del pelotón, para evitar cualquier sorpresa en un descenso sinuoso y prolongado. A pesar de todo, el navarro Patxi Vila, del Lampre, lo intentó en solitario y obtuvo unos metros de ventaja, pero todavía quedaban muchos kilómetros para la llegada y su aventura estaba condenada al fracaso, a pesar de alcanzar casi un minuto de ventaja y fue alcanzado a quince kilómetros del final.
Uno de los equipos más interesados en una llegada al esprint eran desde el comienzo de la jornada, los italianos del Fassa Bortolo para su velocista Alessandro Petacchi que la pasada temporada sumó una docena de victorias. Sin embargo, la aparición de la lluvia en esta fase final de la etapa no impidió que se siguiesen produciendo intentos de fuga constantes, y en uno de ellos se coló el suizo Fabian Jeker, del Milaneza MSS, que podía hacer peligrar el jersey de líder de Piepoli.
Una vez neutralizado el grupo de Jeker, hubo nuevos intentos, uno de ellos fue el protagonizado por Pedro Díaz Lobato, del Paternina-Costa Almería, que lo intentó antes de entrar en Sabiñánigo y aguantó hasta el último kilómetro, pero en un pelotón con un elevado número de velocistas, la suerte estaba echada a favor de una resolución de la etapa al esprint y los lanzadores de Petacchi le allanaron el terreno para poder anotarse su cuarto triunfo de la temporada.
Este viernes se disputará la tercera etapa con salida y llegada en la población zaragozana de Illueca, con 157 kilómetros de recorrido, en los que se ascenderá el puerto de la Chabola, de segunda categoría, y el alto de Aguarón, de primera, y metas especiales en las localidades de La Almunia de Doña Godina y El Frasno.
La salida cuesta abajo de Benasque favoreció un ritmo endiablado desde nada más cruzar la pancarta del kilómetro cero y todo el pelotón puso a rodar sus bicicletas a casi sesenta kilómetros por hora, lo que hizo que en la primera hora de esta segunda etapa se realizasen 52 kilómetros. El banderazo de salida provocó la primera escapada en la que se metieron hasta diez ciclistas, ninguno de ellos peligroso para el líder Leonardo Piepoli, aunque su equipo colocó a Jon Odriozola y Xabier Zandio como vigilantes.
Los compañeros de Piepoli ya sabían que les iba a tocar trabajar y tuvieron que empezar a hacerlo desde el principio, aunque el principal escollo lo deberán salvar en las próximas jornadas en las que la presencia del viento podría terminar convirtiéndolas en mucho más peligrosas. Este grupo no llegó a superar el medio minuto de ventaja pero se mantuvo al frente de la carrera los primeros veintidós kilómetros, lo que hizo que se mantuviese el elevado ritmo que siempre provocan los comienzos de etapa en Benasque, con los primeros kilómetros en constante bajada.
Los componentes del pelotón en la ronda aragonesa no parecían dispuestos a bajar el ritmo y la carrera siguió consumiendo kilómetros por encima del mejor horario previsto por los organizadores. La ascensión al alto de San Roque, en el kilómetro setenta, no llegó a romper el grupo, pero en el descenso se formó una nueva escapada compuesta por seis ciclistas, Angelo Lopeboselli, Benjamín Noval, Massimo Codol, Angel Castresana y Gonzalo Bayarri, entre los que nuevamente el ibanesto.com metió a uno de sus componentes, José Luis Arrieta, y al que unos kilómetros después se unieron otros dos ciclistas, Alberto López de Munain y Mikel Astarloza.
Este grupo consiguió una ventaja que no llegó a superar el minuto y medio, aunque durante algunos kilómetros Alberto López de Munain llegó a ser líder provisional de la Vuelta a Aragón. La ascensión al alto del Serrablo, un puerto largo pero sin rampas excesivamente exigentes, provocó un nuevo reagrupamiento y los equipos que tenían velocistas pasaron a controlar el ritmo del pelotón, para evitar cualquier sorpresa en un descenso sinuoso y prolongado. A pesar de todo, el navarro Patxi Vila, del Lampre, lo intentó en solitario y obtuvo unos metros de ventaja, pero todavía quedaban muchos kilómetros para la llegada y su aventura estaba condenada al fracaso, a pesar de alcanzar casi un minuto de ventaja y fue alcanzado a quince kilómetros del final.
Uno de los equipos más interesados en una llegada al esprint eran desde el comienzo de la jornada, los italianos del Fassa Bortolo para su velocista Alessandro Petacchi que la pasada temporada sumó una docena de victorias. Sin embargo, la aparición de la lluvia en esta fase final de la etapa no impidió que se siguiesen produciendo intentos de fuga constantes, y en uno de ellos se coló el suizo Fabian Jeker, del Milaneza MSS, que podía hacer peligrar el jersey de líder de Piepoli.
Una vez neutralizado el grupo de Jeker, hubo nuevos intentos, uno de ellos fue el protagonizado por Pedro Díaz Lobato, del Paternina-Costa Almería, que lo intentó antes de entrar en Sabiñánigo y aguantó hasta el último kilómetro, pero en un pelotón con un elevado número de velocistas, la suerte estaba echada a favor de una resolución de la etapa al esprint y los lanzadores de Petacchi le allanaron el terreno para poder anotarse su cuarto triunfo de la temporada.
Este viernes se disputará la tercera etapa con salida y llegada en la población zaragozana de Illueca, con 157 kilómetros de recorrido, en los que se ascenderá el puerto de la Chabola, de segunda categoría, y el alto de Aguarón, de primera, y metas especiales en las localidades de La Almunia de Doña Godina y El Frasno.