L D (EFE) Petacchi entraba como vencedor con un tiempo de tres horas, 42 minutos y 55 segundos, por delante del belga Tom Steels (Davitamon Lotto) y del alemán Andre Korff (T.Mobile). El español José Iván Gutiérrez, del Illes Balears, ha sido quinto. Óscar Pereiro, que ha entrado sexto en la meta, ha logrado mantener el primer puesto de la general gracias a las centésimas del prólogo. A la segunda plaza en la clasificación general se aúpa Petacchi, que suma su decimoquinta victoria de la temporada.
La etapa ha presentado batalla desde la salida y rápidamente el pelotón se fracturó en dos partes, aunque no fue hasta el kilómetro 15 cuando se formó la escapada destacada de la jornada, con el belga Sébastien Rosseler, del Quick Step, y el italiano Ivan Ravaioli, del Saunier Duval, como protagonistas. Ambos corredores fueron abriendo hueco con el húngaro Laszlo Bodrogi (Credit Agricole) intercalado en tierra de nadie. La máxima renta para los fugados fue de ocho minutos en el kilómetro 79, pero a partir de ese momento la reacción del pelotón fue aminorando las diferencias. En el kilómetro 100 la desventaja del grupo era de la mitad de tiempo.
En el kilómetro 132, Rosseler ya era parte del pelotón y Ravaioli aguantaba en cabeza con más ilusión que posibilidades de éxito, ya que apenas una decena de kilómetros más tarde corría la misma suerte que su ex compañero de fuga. El gregario del Saunier Duval al menos tenía asegurado el maillot de líder de la montaña.
En la fase decisiva de la etapa se animó el ritmo y no faltaron los intentos de aventura. Saltó el alemán Daniele Becke, del Illes Balears, más tarde el francés Sébastien Joly, del Credit, pero la alta velocidad de la etapa, superior a los 45 kilómetros por hora, impidió los despegues inmediatos. Además, los equipos de los esprinters ya asomaban la cabeza por delante, el Fassa de Alessandro Petacchi incluido, y los Phonak del líder Pereiro tomaban posiciones para evitar sorpresas en la subida a la localidad de Avenches.
Como prueba de ello, los hombres del conjunto suizo colocaron a tres hombres tras Bradley McGee en la meta volante de Salavaux, a 6 kilómetros de meta, con Pereiro, Moos y Botero. Los nervios por conseguir la colocación idónea dieron con el italiano Baldato en el suelo, en una caída aparatosa pero sin gravedad. El incidente del italiano no impidió que su compatriota y compañero Petacchi, el rey del esprint, aplicara su implacable ley en la recta de llegada. Una más para el ciclista de la Spezia, y ya van 93. Ya está más cerca de Cipollini.
Este jueves se disputará la segunda etapa, con punto de partida y de llegada en Fleurier tras un recorrido de 171,9 kilómetros.
La etapa ha presentado batalla desde la salida y rápidamente el pelotón se fracturó en dos partes, aunque no fue hasta el kilómetro 15 cuando se formó la escapada destacada de la jornada, con el belga Sébastien Rosseler, del Quick Step, y el italiano Ivan Ravaioli, del Saunier Duval, como protagonistas. Ambos corredores fueron abriendo hueco con el húngaro Laszlo Bodrogi (Credit Agricole) intercalado en tierra de nadie. La máxima renta para los fugados fue de ocho minutos en el kilómetro 79, pero a partir de ese momento la reacción del pelotón fue aminorando las diferencias. En el kilómetro 100 la desventaja del grupo era de la mitad de tiempo.
En el kilómetro 132, Rosseler ya era parte del pelotón y Ravaioli aguantaba en cabeza con más ilusión que posibilidades de éxito, ya que apenas una decena de kilómetros más tarde corría la misma suerte que su ex compañero de fuga. El gregario del Saunier Duval al menos tenía asegurado el maillot de líder de la montaña.
En la fase decisiva de la etapa se animó el ritmo y no faltaron los intentos de aventura. Saltó el alemán Daniele Becke, del Illes Balears, más tarde el francés Sébastien Joly, del Credit, pero la alta velocidad de la etapa, superior a los 45 kilómetros por hora, impidió los despegues inmediatos. Además, los equipos de los esprinters ya asomaban la cabeza por delante, el Fassa de Alessandro Petacchi incluido, y los Phonak del líder Pereiro tomaban posiciones para evitar sorpresas en la subida a la localidad de Avenches.
Como prueba de ello, los hombres del conjunto suizo colocaron a tres hombres tras Bradley McGee en la meta volante de Salavaux, a 6 kilómetros de meta, con Pereiro, Moos y Botero. Los nervios por conseguir la colocación idónea dieron con el italiano Baldato en el suelo, en una caída aparatosa pero sin gravedad. El incidente del italiano no impidió que su compatriota y compañero Petacchi, el rey del esprint, aplicara su implacable ley en la recta de llegada. Una más para el ciclista de la Spezia, y ya van 93. Ya está más cerca de Cipollini.
Este jueves se disputará la segunda etapa, con punto de partida y de llegada en Fleurier tras un recorrido de 171,9 kilómetros.