L D (EFE) El resultado final de la votación ha sido de 111 votos para Pedro Muñoz, 50 para Juan Margets y 18 votos en blanco. Las cinco candidaturas iniciales quedaron finalmente reducidas, como estaba previsto, a sólo dos, las de Muñoz y Margets.
José Luis Escañuela se retiró por escrito ante la Mesa Electoral y renunció a hacer uso de la palabra, mientras que los otros cuatro candidatos fueron sorteados para poder hablar ante la Asamblea, con un máximo de quince minutos por intervención. Margets fue el primer candidato en hablar y le siguió Muñoz. Joaquín García y José Antonio Senz de Broto también hicieron uso de su turno, aunque con brevedad, para anunciar su retirada y el apoyo para otro de los candidatos, Pedro Muñoz.
Las noticias corrían a través de la puerta custodiada por un guardia de seguridad, en cuanto alguno de los asambleístas tenía que salir por causas de fuerza mayor. Tras su intervención, Margets, que no era miembro de la Asamblea, salió y comentó que estaba "satisfecho con su discurso" y alabó "el ambiente de cordialidad en las palabras de todos". Agustín Pujol, el presidente saliente, también cruzó el umbral del fortín asambleario y, visiblemente más tranquilo que el candidato, se permitió bromear para decir: "Ya no mando nada".
Durante el recuento, las noticias seguían fluyendo con cierta normalidad. "Va ganando Muñoz, con cuarenta y tantos votos contra pocos más de veinte". A las 13,24 horas Muñoz ya había ganado. "Ya está. Muñoz tiene 85 votos y Margets apenas sobrepasa la treintena. Ya tenemos la mayoría absoluta", decía un asambleísta que se abrazaba eufórico al primero que encontraba.
Cinco minutos más tarde, Pedro Muñoz era aclamado por la Asamblea como nuevo presidente y lo primero que hacía era fotografiarse con Juan Margets, que fue el que abrió el turno de las felicitaciones. El primer gesto de Pedro Muñoz fue inequívoco: llamó al presidente saliente y fue a fundirse con él en un abrazo. El tenis español firmaba de esta manera simbólica la paz, tras el resultado inapelable de las urnas. "Es un sueño cumplido. El lunes estaré en Barcelona para ponerme a trabajar por el tenis. Es lo que me gusta", fueron las primeras palabras del nuevo presidente.
José Luis Escañuela se retiró por escrito ante la Mesa Electoral y renunció a hacer uso de la palabra, mientras que los otros cuatro candidatos fueron sorteados para poder hablar ante la Asamblea, con un máximo de quince minutos por intervención. Margets fue el primer candidato en hablar y le siguió Muñoz. Joaquín García y José Antonio Senz de Broto también hicieron uso de su turno, aunque con brevedad, para anunciar su retirada y el apoyo para otro de los candidatos, Pedro Muñoz.
Las noticias corrían a través de la puerta custodiada por un guardia de seguridad, en cuanto alguno de los asambleístas tenía que salir por causas de fuerza mayor. Tras su intervención, Margets, que no era miembro de la Asamblea, salió y comentó que estaba "satisfecho con su discurso" y alabó "el ambiente de cordialidad en las palabras de todos". Agustín Pujol, el presidente saliente, también cruzó el umbral del fortín asambleario y, visiblemente más tranquilo que el candidato, se permitió bromear para decir: "Ya no mando nada".
Durante el recuento, las noticias seguían fluyendo con cierta normalidad. "Va ganando Muñoz, con cuarenta y tantos votos contra pocos más de veinte". A las 13,24 horas Muñoz ya había ganado. "Ya está. Muñoz tiene 85 votos y Margets apenas sobrepasa la treintena. Ya tenemos la mayoría absoluta", decía un asambleísta que se abrazaba eufórico al primero que encontraba.
Cinco minutos más tarde, Pedro Muñoz era aclamado por la Asamblea como nuevo presidente y lo primero que hacía era fotografiarse con Juan Margets, que fue el que abrió el turno de las felicitaciones. El primer gesto de Pedro Muñoz fue inequívoco: llamó al presidente saliente y fue a fundirse con él en un abrazo. El tenis español firmaba de esta manera simbólica la paz, tras el resultado inapelable de las urnas. "Es un sueño cumplido. El lunes estaré en Barcelona para ponerme a trabajar por el tenis. Es lo que me gusta", fueron las primeras palabras del nuevo presidente.