L D (EFE) La atleta británica, de 33 años, dio a luz el pasado 17 de enero a su hija Isla, presente en la línea de meta junto a su padre Gary Lough, y reapareció con un segundo puesto el 30 de septiembre en el medio maratón en Newcastle, la que fue su primera carrera desde que participó el 31 de diciembre de 2005 en la San Silvestre Vallecana. Radcliffe había fijado este maratón como su regreso de verdad, su reencuentro con la elite, con una prueba emblemática en la que venció en 2004, para demostrarse a sí misma y a todo el mundo que puede seguir siendo la misma atleta que tiene el récord universal en 2h15:25.
Y no falló la plusmarquista mundial, que, como es habitual, impuso un ritmo infernal desde la salida, al que solamente pudo responder en esta oportunidad la etíope Gete Wami, medallista olímpica y mundial y otra de las grandes del maratón. Ambas se marcharon en solitario sin remisión. Por atrás, poco podían hacer la letona Jelena Prokopcuka, ganadora en Nueva York los dos años anteriores, la rusa Lidiya Grigoryeva y la keniana Catherine Ndereba, campeona del mundo y ex plusmarquista mundial.
Las diferencias entre Radcliffe, Wami y el resto fueron en aumento y quedó rápidamente claro que, de no existir un desfallecimiento de ambas, se iban a jugar entre ellas el triunfo. La británica y la etíope pasaron el medio maratón con un tiempo de 1h10:47 y el trío de perseguidoras cedió ya dos minutos y medio. Señal inequívoca de la situación, que se mantuvo hasta que Radcliffe, en los últimos compases de la prueba asestó el golpe definitivo para llevarse la victoria en su regreso. Wami se tuvo que conformar con el segundo puesto y Prokopcuka se presentó en la línea de meta en Central Park a a 3:04 de la británica, en tanto que Grigorieva fue cuarta a 5:28 y Ndereba quinta a 5:59.
La prueba masculina fue similar en su resolución en cuanto a los últimos kilómetros, porque el grupo de favoritos tardó en romperse mucho más. Los que se jugaron la victoria fueron el keniano Martin Lel y el marroquí Abderrahim Goumri, que buscó la gloria tras su fracaso en los Mundiales de Osaka cuando partía en el grupo de favoritos. Los dos abandonaron la vigilancia del resto de aspirantes en los últimos siete kilómetros y se repitió la historia de Londres. En esta oportunidad el keniano dio el cambio definitivo a falta de 500 metros y logró su segunda victoria en Nueva York con un tiempo de 2h09:04.
Goumri fue segundo con 2h09:16 y el sudafricano Hendrick Ramaala completó el podio con 2h11:25, mientras que el italiano Stefano Baldini, campeón olímpico, mantuvo el tipo y no se hundió cuando quedó definida la carrera, para terminar cuarto en 2h11:58. En cambio, el brasileño Marlirson Gomes dos Santos, vencedor el pasado año de la prueba, fue de más a menos y concluyó en la octava posición con un tiempo de 2h13:47.