L D (Agencias) Parreira prefiere preservar a sus jugadores "europeos" de la fatiga provocada por el largo viaje desde el Viejo Continente y por los problemas que suele acarrear la altitud en la que se juega en la capital boliviana, situada a 3.600 metros, y donde Brasil ya perdió en 1993 y 2001.
El preparador físico de la selección, Moraci Sant'Anna, explicó que la idea de la comisión técnica es evitar el desgaste de algunos jugadores y reservarlos para enfrentarse a Venezuela, el próximo miércoles en la ciudad amazónica de Belém.
Los partidos de la selección "canarinho" en los 3.600 metros sobre el nivel del mar de La Paz suelen ser más comentados en la prensa deportiva brasileña por causa de los efectos de la altitud que por el estado del equipo boliviano. Las derrotas en 1993 (0-2) y 2001 (1-3) son recordadas a menudo como consecuencia del efecto devastador de la altura en los jugadores brasileños.
En 1993, era Parreira el seleccionador y en 2001 Luiz Felipe Scolari. Ambas campañas eliminatorias fueron el preludio de los dos recientes títulos mundiales de Brasil. Para contrarrestar al máximo los riesgos, la delegación brasileña llegará a La Paz "prácticamente a la hora del partido". Además, se ha previsto "jugar y salir lo más rápido posible", explicó Sant'Anna en el programa de televisión Redacao Sportv". "No tenemos un plan para cada atleta, es colectivo. En cuanto a la alimentación, por ejemplo, vamos evitar alimentos grasos para facilitar la digestión", puntualizó.