L D (EFE) Con esta victoria en la decimoctava etapa, de 230 kilómetros entre Burdeos y Saint Maixent l´Ecole, el corredor madrileño, de 27 años, ya tiene en su palmarés triunfos de etapa en Tour, Giro y Vuelta y además ha tenido la satisfacción de dedicar el éxito a su madre, fallecida hace cuatro meses, y que este viernes hubiese cumplido años. Lastras ha ganado con su audacia y olfato de cazaetapas, especialista en ataques de última hora y rápido en el momento clave. Hubo suspense hasta la raya de meta, pues otro español, David Cañada (Quick Step), marchaba escapado con unos segundos de ventaja a un kilómetro de meta. Cañada fue rebasado por Da Cruz a falta de 300 metros y cuando parecía que se iba a llevar la gloria apareció Lastras en pugna con el italiano Nardello para conseguir su triunfo más deseado en la mejor fecha. Miró hacia arriba y, brazo en alto, señaló al cielo.
Debutante en el Tour de Francia, el corredor de iBanesto.com a punto estuvo de abandonar en Pirineos por culpa de unas heridas en los dedos de los pies, y durante la etapa tampoco tuvo buenas sensaciones al principio, pero supo meterse en la fuga del día y nunca tiró la toalla en el momento de la selección definitiva. Su coraje y perseverancia le auparon hasta la pequeña historia del Tour, al ser el primero en ganar en la localidad inédita de Saint Maixent l´Ecole. Ha invertido en los 203,5 kilómetros un tiempo de cuatro horas, tres minutos y 18 segundos, a una velocidad media muy elevada, 49,94 kilómetros por hora. Ya tenía en su historial una etapa del Giro (2001) y dos de la Vuelta (2002).
La escapada, tolerada por el pelotón después de que Ullrich le arañara dos segundos a Armstrong en el esprint bonificado de Montendre (kilómetro 50) y McEwen tomara 6 puntos para empatar, y luego superar a Baden Cooke por el maillot verde, nacía en el kilómetro 62 con 16 corredores, entre ellos otros dos españoles, Pradera del ONCE-Eroski y Pascual Llorente del Kelme Costa Blanca. Con enormes ventajas respecto al pelotón (16 minutos en el kilómetro 120), el grupo de cabeza estrenó las hostilidades a falta de 25 kilómetros de meta. Quedaron ocho corredores, ya cansados, vacíos, pero locos por ganar la etapa. A 8 del final se animó David Cañada (Quick Step). Puso un puñado de segundos por medio, iba fuerte, manteniendo las distancias, con posibilidades de llegar solo, pero en la recta de llegada se encontró con la parte más amarga de la derrota. El viento de cara y su desgaste le pusieron a merced de su rivales. Lastras, empujado por el recuerdo de su madre, se abrazó a la gloria.
Mientras Lastras celebraba la que representaba la cuarta victoria española y la segunda de su equipo, el pelotón rodaba tranquilo a ritmo de excursión. Arribaba a 24:05 minutos encabezado por Robbie McEwen, nuevo maillot verde y principal candidato para renovarlo el domingo en París. De los favoritos, sin noticia destacable. Se han mantenido los puestos en la general con Ullrich dos segundos más cerca de Armstrong (1:05). En un día tranquilo, mantuvieron la cita clave para la contrarreloj de Nantes. Ahí se desvelará el nombre del campeón del Tour del centenario. La decimonovena etapa contrarreloj entre Pornic y Nantes consta de 49 kilómetros. Un perfil llano para rodar a altas velocidades de donde saldrán los componentes de la foto en el podio de París.
Debutante en el Tour de Francia, el corredor de iBanesto.com a punto estuvo de abandonar en Pirineos por culpa de unas heridas en los dedos de los pies, y durante la etapa tampoco tuvo buenas sensaciones al principio, pero supo meterse en la fuga del día y nunca tiró la toalla en el momento de la selección definitiva. Su coraje y perseverancia le auparon hasta la pequeña historia del Tour, al ser el primero en ganar en la localidad inédita de Saint Maixent l´Ecole. Ha invertido en los 203,5 kilómetros un tiempo de cuatro horas, tres minutos y 18 segundos, a una velocidad media muy elevada, 49,94 kilómetros por hora. Ya tenía en su historial una etapa del Giro (2001) y dos de la Vuelta (2002).
La escapada, tolerada por el pelotón después de que Ullrich le arañara dos segundos a Armstrong en el esprint bonificado de Montendre (kilómetro 50) y McEwen tomara 6 puntos para empatar, y luego superar a Baden Cooke por el maillot verde, nacía en el kilómetro 62 con 16 corredores, entre ellos otros dos españoles, Pradera del ONCE-Eroski y Pascual Llorente del Kelme Costa Blanca. Con enormes ventajas respecto al pelotón (16 minutos en el kilómetro 120), el grupo de cabeza estrenó las hostilidades a falta de 25 kilómetros de meta. Quedaron ocho corredores, ya cansados, vacíos, pero locos por ganar la etapa. A 8 del final se animó David Cañada (Quick Step). Puso un puñado de segundos por medio, iba fuerte, manteniendo las distancias, con posibilidades de llegar solo, pero en la recta de llegada se encontró con la parte más amarga de la derrota. El viento de cara y su desgaste le pusieron a merced de su rivales. Lastras, empujado por el recuerdo de su madre, se abrazó a la gloria.
Mientras Lastras celebraba la que representaba la cuarta victoria española y la segunda de su equipo, el pelotón rodaba tranquilo a ritmo de excursión. Arribaba a 24:05 minutos encabezado por Robbie McEwen, nuevo maillot verde y principal candidato para renovarlo el domingo en París. De los favoritos, sin noticia destacable. Se han mantenido los puestos en la general con Ullrich dos segundos más cerca de Armstrong (1:05). En un día tranquilo, mantuvieron la cita clave para la contrarreloj de Nantes. Ahí se desvelará el nombre del campeón del Tour del centenario. La decimonovena etapa contrarreloj entre Pornic y Nantes consta de 49 kilómetros. Un perfil llano para rodar a altas velocidades de donde saldrán los componentes de la foto en el podio de París.