L D (EFE) Aún así, Pablo García asumió con nobleza la derrota ante el Valencia y, aunque no entendió varias decisiones arbitrales, no quiso arremeter contra Daudén Ibáñez y reflexionó sobre el estado actual del arbitraje español. "No me gusta llorar, ni hablar del árbitro del partido. Trató de imponer su ley desde el principio con tarjetas amarillas para que no se le complicara y ocurrió lo contrario. Yo salí del vestuario con la amarilla encima, he batido un récord, luego es complicado seguir jugando porque en cualquier momento podía sacarme la segunda", comentó.
"Se les mete mucha presión a los árbitros y luego es lógico que se equivoquen, por eso pasó lo que pasó. A llorar al cuartito. Puede ser que salgan muy presionados y si el árbitro no tiene suficientes cojones se asusta un poco", agregó. Lo que sí piensa el centrocampista uruguayo es que hay distinta forma de medir las acciones de un partido en España y en otras ligas como Inglaterra.
"La patada de Gravesen en un partido de la liga inglesa no es roja. Aquí las tarjetas las ves de forma más fácil y luego no puedes tocar a nadie. En otras ligas te dejan jugar más y no cortan tanto el juego. En el fútbol siempre hay contacto y hay que hablar más con los jugadores para evitar tantas tarjetas", afirmó. Pablo García espera "revancha con el Deportivo" tras perder el liderato ayer con la derrota en el estadio Santiago Bernabéu ante el Valencia, un partido que analizó con detenimiento.
"En el primer tiempo perdíamos balones en tres cuartos de cancha, pudo ser por falta de actitud. En la segunda parte mejoramos pero no acertamos con las ocasiones que tuvimos y las expulsiones terminaron con nuestras posibilidades", dijo. Pablo García no quiso excusarse tampoco en la ausencia de Ronaldo: "El gordo es un goleador y vive del gol, siempre marca, pero ahora está en Brasil descansando. Hay que tirar hacia delante con lo que tenemos. Raúl está marcando goles y Robinho está mejorando poco a poco".
En los encuentros ligueros que ha disputado Pablo García ha recibido cuatro tarjetas y está al borde de la suspensión. Preguntado por la nota que daría al arbitraje español, dijo que un cuatro y terminó bromeando para que no le pase factura. "Seguro que en La Coruña me sacan la quinta amarilla y no puedo jugar contra el Betis. Hay jugadores que van más fuerte que yo y no les sacan tantas tarjetas pero mejor no decir nada más porque me van a meter preso", concluyó.
"Se les mete mucha presión a los árbitros y luego es lógico que se equivoquen, por eso pasó lo que pasó. A llorar al cuartito. Puede ser que salgan muy presionados y si el árbitro no tiene suficientes cojones se asusta un poco", agregó. Lo que sí piensa el centrocampista uruguayo es que hay distinta forma de medir las acciones de un partido en España y en otras ligas como Inglaterra.
"La patada de Gravesen en un partido de la liga inglesa no es roja. Aquí las tarjetas las ves de forma más fácil y luego no puedes tocar a nadie. En otras ligas te dejan jugar más y no cortan tanto el juego. En el fútbol siempre hay contacto y hay que hablar más con los jugadores para evitar tantas tarjetas", afirmó. Pablo García espera "revancha con el Deportivo" tras perder el liderato ayer con la derrota en el estadio Santiago Bernabéu ante el Valencia, un partido que analizó con detenimiento.
"En el primer tiempo perdíamos balones en tres cuartos de cancha, pudo ser por falta de actitud. En la segunda parte mejoramos pero no acertamos con las ocasiones que tuvimos y las expulsiones terminaron con nuestras posibilidades", dijo. Pablo García no quiso excusarse tampoco en la ausencia de Ronaldo: "El gordo es un goleador y vive del gol, siempre marca, pero ahora está en Brasil descansando. Hay que tirar hacia delante con lo que tenemos. Raúl está marcando goles y Robinho está mejorando poco a poco".
En los encuentros ligueros que ha disputado Pablo García ha recibido cuatro tarjetas y está al borde de la suspensión. Preguntado por la nota que daría al arbitraje español, dijo que un cuatro y terminó bromeando para que no le pase factura. "Seguro que en La Coruña me sacan la quinta amarilla y no puedo jugar contra el Betis. Hay jugadores que van más fuerte que yo y no les sacan tantas tarjetas pero mejor no decir nada más porque me van a meter preso", concluyó.