(Libertad Digital) Osasuna ha mostrado la mejor de sus caras en el momento en que suele ser el Sevilla el que lo hace. El vigente campeón sólo aguantó el ritmo en los primeros minutos, hasta que Osasuna ajustó el marcaje a los surtidores de balones de Kanouté. Ahí acabó el peligro en ataque de los de Juande, asfixiados y cansados por la larga temporada.
La primera parte fue de lo más intenso. Un arranque estrepitoso del Sevilla ante un Osasuna algo nervioso por el vértigo de verse en una semifinal. Pero poco duró esa impresión. Los hispalenses, pese a controlar el choque en los primeros quince minutos, no creó ocasiones claras de gol en el primer periodo, a excepción de un remate de Kanouté que se marchó por encima del larguero de Ricardo. Osasuna fue un vendaval, aunque se topó con su falta de puntería y con Cobeño en las ocasiones de Raúl García, Cruchaga, Cuellar y David López.
Se pensaba que tras el descanso las cosas cambiaran, pero Osasuna no bajó un ápice la marcha y se anotó el merecido premio en un fallo de la zaga sevillista. David López sacó una falta perfecta y Soldado cabeceó de manera impecable al fondo de la portería. Sin embargo, falló en la estocada Osasuna. Le siguieron unos minutos de increíble valor futbolístico, pero sin cobrar el segundo premio, todavía más gordo que el primero, pues suponía la tranquilidad definitiva en el marcador y algo más de aire para la vuelta
La lesión del árbitro, por problemas en el gemelo de la pierna izquierda, le vino bien al Sevilla, a modo de tiempo muerto, ya que el juego estuvo detenido siete minutos. El conjunto andaluz se sacudió la presión osasunista, pero no ofreció muchos argumentos en ataque, salvo los centros de Daniel Alves, uno de los cuales generó la mejor ocasión visitante, aunque Kerzhakov no encontró portería en franca posición, así como un postrero disparo de Kanouté en una contra que paró Ricardo.
El Espanyol, por su parte, tiene a tiro de piedra la final de la Copa de la UEFA 19 años después de su última comparecencia. Los de Ernesto Valverde han vapuleado al Werder Bremen en un encuentro casi perfecto. Salió algo agarrotado el Espanyol en los primeros minutos sin la alegría de anteriores encuentros europeos, mientras que el Werder Bremen impuso su poderío físico y calidad en el centro del campo impidiendo maniobrar a los futbolistas de talento blanquiazules.
Los alemanes se hicieron con la posesión del esférico, aunque su dominio fue estéril en materia ofensiva. Los españoles gracias a un gol anulado a Jarque, aunque el siguiente intento serio fue demoledor. De la Peña vio sólo a Rufete en la frontal del área, y el centrocampista le puso un balón de lujo a Moisés Hurtado para que batiera a Wiese con un ajustado remate de cabeza.
Pese al tanto en contra, el Werder Bremen no se volvió loco. Diego puso el orden y la clase, y de sus botas nacieron las mejores oportunidades visitantes. Una jugada del brasileño acabó con un remate de Frings al que respondió Iraizoz con una mano soberbia. No se conformó tampoco el Espanyol, que siguió creando problemas a los alemanes en la estrategia y a la contra, aunque la sentencia no llegaría hasta la segunda mitad. Pandiani, a la salida de un córner, amplió su cuenta anotadora tras rozar con la cabeza el balón.
Pese al tanto en contra, el Werder Bremen no se volvió loco. Diego puso el orden y la clase, y de sus botas nacieron las mejores oportunidades visitantes. Una jugada del brasileño acabó con un remate de Frings al que respondió Iraizoz con una mano soberbia. No se conformó tampoco el Espanyol, que siguió creando problemas a los alemanes en la estrategia y a la contra, aunque la sentencia no llegaría hasta la segunda mitad. Pandiani, a la salida de un córner, amplió su cuenta anotadora tras rozar con la cabeza el balón.
El Bremen tiró las armas y su portero fue expulsado evitando el tercero, que llegaría al contragolpe. A falta de tres minutos, Coro llevó la locura a Montjuic tras culminar un gran contragolpe. Gran triunfo de los catalanes, que han dado un paso de gigante para llegar a la final de la Copa de la UEFA 19 años después.