"Las decisiones se toman en el momento. Sí, me voy con la sensación de que a veces no he sido yo. Me voy con la cabeza alta por intentarlo y el corazón por los suelos por no haber sido capaz de inculcar cómo veo el fútbol a mis jugadores para que lo plasmaran. Había momentos en los que creo que lo estábamos consiguiendo, pero estábamos fastidiados y el equipo no competía", ha explicado.
En este sentido, el preparador vallisoletano, que en diez partidos al frente del conjunto blanquivioleta ha sumado seis puntos, ha subrayado que se va con "la sensación de no haber disfrutado su sueño". "Me voy con dolor, amargura y decepción por no haber podido conseguir el objetivo. Estaba difícil y complicado. Siempre he dicho que tenía fuerzas, pero no quería con mi club, con mi gente, ser un estorbo. Aún así, tenía preparado el siguiente partido", ha puntualizado. "Ninguno sabemos todo. El entrenador siempre es diferente y siempre se aprende. No tengo la sensación de que haya pecado de novato. Tengo la sensación de que podría haber hecho más cosas", ha agregado.
El técnico y ex jugador no ha eludido las cuestiones relacionadas con la plantilla y el vestuario blanquivioleta: "Aquí todos tenemos nuestra parte de culpa en un éxito y en un fracaso. Los protagonistas son los futbolistas. Hay que repartir cosas, porque los futbolistas son los que salen y ejecutan las premisas". "Es cierto que cuando entras y coges una plantilla que no hjas hecho tienes que adaptarte a cosas. Hay veces que tendría que haber sido un poco más taxativo. La experiencia me va a servir para ser mejor entrenador", ha añadido.
Así, Onésimo ha reconocido a los jugadores del Valladolid les ha podido faltar "compromiso y sangre", aunque ha considerado que "si ganas tres partidos, lo cambias". "Es un vestuario bueno, muy afectado por lo que está pasando. Hay gente que está demostrando que quiere esto y otra a la que quizás le está pesando todo lo que le pasa al equipo. Les está afectando en demasía y están rindiendo a un nivel por debajo", ha asegurado. "Lo que más me duele es no poder devolver la confianza de los que me han apoyado a muerte. Es lo que más me apena", ha aseverado Onésimo, quien ha afirmado que la derrota ante el colista Xerez (3-0) les hizo "mucho daño".
También se ha referido a una información vertida la pasada semana por un medio local, sobre una supuesta salida nocturna por Salamanca de algunos jugadores el día antes del partido ante el Espanyol. "Se dicen cosas sin poder demostrarlas. Hay cosas que a alguno le gustaría manejar, pero la última semana no se la deseo a nadie. Eso sí te duele, porque se te escapa y ves que está haciendo un daño irreparable. Espero que la gente sea más sensata y consecuente. Si se demuestran, para adelante. Tirarlas ahí es algo que a mí me ha hecho mucho daño", ha manifestado.
Onésimo seguirá ligado al club, pues se considera "un hombre de la casa", algo que ha querido agradecer, dado que "se ha reconocido" su trabajo "en los últimos años". "El club ha valorado mi trabajo en cantera. Quiero seguir ligado a mi gente. Son muchos días ahí fuera y creo que es la primera vez que se me valora el trabajo tan claramente, que me permite seguir en el club de mis amores. Espero que mi paso a la derecha sirva para que, con el que venga, la gente se meta y dé el último esfuerzo para salvar la situación", ha concluido.
Onésimo: "No quería ser un estorbo para mi gente ni para el club"
El ex técnico del Real Valladolid Onésimo Sánchez ha comentado, durante la rueda de prensa de su despedida, que se va "con la sensación" de que "a veces" no ha sido él.
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