L D (EFE) Shaquille O´Neal, que ya tiene puesta a la venta la casa que posee en Los Angeles, volvió a reiterar de forma clara y contundente que su único deseo es el de irse y dejar su actual equipo.
El pívot más dominador de la liga no quiere escuchar a nadie, ni tan siquiera a cientos de aficionados de los Lakers que le han pedido que continúe en el equipo, pero su respuesta ha sido lo mismo de categórica y es que no quiere volver la próxima temporada. "Por desgracia, hemos llegado hasta un punto sin retorno, pero quiero dejar muy claro que yo no he sido el que forzó esta situación", declaraba O´Neal al periódico Riverside Press-Enterprise.
Shaq sigue sin querer asimilar la marcha del entrenador Phil Jackson y mucho menos la preferencia de los directivos de los Lakers, especialmente la del dueño Jerry Buss, de quedarse con el escolta Kobe Bryant como la opción de futuro para dejarlo a él en segundo plano. El aspecto económico también ha influido en la decisión de los Lakers, ya que tendrán que pagarle la próxima temporada nada menos que 28 millones de dólares y en la 2005-06 el salario será de 31 millones.
O´Neal insiste que el asunto económico no tiene nada que ver con la situación actual que se está dando entre ambas partes y que nunca fue un problema. "Dicen que se trata del dinero y saben perfectamente que no es el problema, sino de algo mucho más importante que es la honestidad", explicó O´Neal. "La honestidad que teníamos Jerry West (ex gerente general de los Lakers) y yo, que ya no existe desde hace cuatro años, aunque como es lógico me presentaran a mi como el problema". "No hay espacio para negociar, simplemente quiero jugar para un equipo que tenga el deseo de ganar y eso no existe actualmente dentro de los Lakers", subrayaba O´Neal, que ya ha puesto en venta su residencia de Beverly Hills con un precio de 7,5 millones de dólares.
Éxodo en Nueva Jersey
Renovación y reducción de gastos parece que también va a ser el grave problema dentro de la organización de los Nets de Nueva Jersey con la llegada del nuevo dueño del equipo, Bruce Ratner, que tiene la filosofía de reducir al máximo el coste de la plantilla del equipo para la próxima temporada. La consecuencia podría ser que una o dos de las estrellas del equipo, concretamente el base Jason Kidd o el alero Kenyon Martin, no seguirán con la franquicia. Junto a Kidd, Martin también podría entrar en la salida Richard Jefferson, los tres jugadores más importantes de las últimas campañas, pero también los que tienen los salarios más elevados.
Sin embargo Martin, que ya ha sonado en un posible traspaso a los Nuggets de Denver, y Kidd, que será posiblemente operado el próximo mes de su rodilla derecha, se proyectan entre los tres, como los dos jugadores con más posibilidades de vestir otro uniforme el próximo otoño.
Steve Francis vuela a Orlando
Lo mismo que puede hacer Tracy McGrady a partir del próximo miércoles, si el base Steve Francis sale convencido de todo lo que le van ofrecen los directivos de los Magic en la reunión que ambas partes van a mantener. Según el agente del jugador, que en principio no quería quedarse con los Magic cuando se comenzó a hablar del posible traspaso de McGrady a los Rockets, todo puede cambiar con la visita de su cliente. De cerrarse por completo el posible traspaso de McGrady a los Rockets por Francis, también entrarían en el intercambio los jugadores Cuttino Mobley y Kelvin Cato, que dejarían al equipo tejano y Juwan Howard, Reece Gaines y Tyronn Lue, que saldrían de la organización de Orlando.