L D (EFE) La zona en la que está proyectada la construcción del estadio, cinco hectáreas situadas en el oeste de Manhattan y en la ribera del río Hudson, pertenece a la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA). Este organismo llevaba más de un año negociando su venta al equipo de fútbol americano de los Jets, que cedería el estadio en los Juegos y lo utilizaría luego para sus competiciones. Pero la MTA acaba de abrir, hasta el 21 de marzo, un nuevo plazo de admisión de ofertas por los terrenos. Entre los interesados figura Cablevisión, que prefiere dedicar el espacio a viviendas, oficinas y actividades comerciales. Esta empresa es la propietaria del recinto del Madison Square Garden (MSG) y ha ofrecido 600 millones de dólares por los derechos de explotación de la zona, frente a los 100 millones que ofrecen los Jets.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha destacado la importancia del proyecto: "Si no ponemos en marcha el estadio muy pronto, tendremos que abandonar la candidatura para los Juegos", afirmó el pasado septiembre. Cinco meses después, y con los miembros de la Comisión de Evaluación del COI ya en su ciudad, la situación sigue igual. Esta Comisión examinará durante los cuatro próximos días la capacidad de la ciudad para organizar los Juegos de 2012, como ya hizo en semanas anteriores con Madrid y Londres y como hará a continuación con París y Moscú. Nueva York propone en su candidatura 31 instalaciones deportivas, de las cuales ya existen 19. Pretende construir, en todo caso y sea cual sea su suerte el 6 de julio, el Estadio principal, la Sala Olímpica de Brooklin y las piscinas de waterpolo.
Otras nueve instalaciones sólo se levantarían en caso de que la ciudad obtuviese los Juegos. En ellas se disputarían las pruebas de ciclismo, equitación, vela, remo, piragüismo, tiro con arco, pentatlón moderno, voley playa y natación. El proyecto neoyorquino es el más caro de cuantos se presentan. Los Juegos costarían 3.200 millones de dólares y obligarían, entre otras cosas, a ampliar varias líneas de metro. Todos estos detalles y fuerte apuesta por la inversión privada recuerdan demasiado a los Juegos de Atlanta'96, de recuerdo no excesivamente bueno para el COI.
Los Juegos en Nueva York se disputarían del 27 de julio al 12 de agosto. En el proceso de aceptación de candidaturas por parte del COI, en mayo de 2004, Nueva York obtuvo una nota de 7,5, por detrás del 8,5 de París, el 8,4 de Madrid y el 7,6 de Londres y por delante del 6,5 de Moscú. Obtuvo la peor nota de todas las aspirantes en apoyo gubernamental y público y la mejor, un diez -al igual que París y Londres- en alojamiento.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha destacado la importancia del proyecto: "Si no ponemos en marcha el estadio muy pronto, tendremos que abandonar la candidatura para los Juegos", afirmó el pasado septiembre. Cinco meses después, y con los miembros de la Comisión de Evaluación del COI ya en su ciudad, la situación sigue igual. Esta Comisión examinará durante los cuatro próximos días la capacidad de la ciudad para organizar los Juegos de 2012, como ya hizo en semanas anteriores con Madrid y Londres y como hará a continuación con París y Moscú. Nueva York propone en su candidatura 31 instalaciones deportivas, de las cuales ya existen 19. Pretende construir, en todo caso y sea cual sea su suerte el 6 de julio, el Estadio principal, la Sala Olímpica de Brooklin y las piscinas de waterpolo.
Otras nueve instalaciones sólo se levantarían en caso de que la ciudad obtuviese los Juegos. En ellas se disputarían las pruebas de ciclismo, equitación, vela, remo, piragüismo, tiro con arco, pentatlón moderno, voley playa y natación. El proyecto neoyorquino es el más caro de cuantos se presentan. Los Juegos costarían 3.200 millones de dólares y obligarían, entre otras cosas, a ampliar varias líneas de metro. Todos estos detalles y fuerte apuesta por la inversión privada recuerdan demasiado a los Juegos de Atlanta'96, de recuerdo no excesivamente bueno para el COI.
Los Juegos en Nueva York se disputarían del 27 de julio al 12 de agosto. En el proceso de aceptación de candidaturas por parte del COI, en mayo de 2004, Nueva York obtuvo una nota de 7,5, por detrás del 8,5 de París, el 8,4 de Madrid y el 7,6 de Londres y por delante del 6,5 de Moscú. Obtuvo la peor nota de todas las aspirantes en apoyo gubernamental y público y la mejor, un diez -al igual que París y Londres- en alojamiento.