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New Zealand y Luna Rossa se sitúan a un paso de la final de la Copa Louis Vuitton a costa del Desafío y el BMW-Oracle

El Desafío Español empieza a vislumbrar el final de su sueño en semifinales de la Copa Louis Vuitton al perder en la quinta regata contra el Emirates Team New Zealand, que ha ganado con una ventaja de 1:49 y coloca un 4-1 casi definitivo en la eliminatoria. También el Luna Rossa italiano se sitúa a un paso de la final con una nueva victoria -y ya van cuatro- frente al BMW-Oracle estadounidense, al que ha ganado en esta ocasión por 1:57.

L D (Carlos Morenilla/Valencia) Desde que empezó esta semifinal, el equipo neozelandés está comandado por Dean Barker, y junto a él en la popa está el estratega, el navegante y el táctico. Ésta es la estructura de popa de la tripulación de cualquier desafío de los que aspiran a conquistar la Copa del América. El líder, el patrón, normalmente lleva la caña. Así es el New Zealand. El táctico se llama Terry Hutchinson y es americano. El navegante es Kevin Hall y también es americano. El estratega es Ray Davis. El navegante es quien informa al patrón de la posición del barco, la distancia a la meta, a las boyas o al rival, el ángulo con respecto al destino y sobre todo si el rival va delante o más rápido. El táctico es el experto en el cuerpo a cuerpo, el responsable de las maniobras contra el otro barco y su principal trabajo está en la presalida, hasta el extremo de que algunos tácticos toman el timón hasta que se cruza la salida. Por último el navegante es quien decide por dónde debe navegar el barco, si hay que dirigirse a derecha o a izquierda, navegar en largo o ir al encuentro del rival. Se entiende que sus “consejos” son seguidos por el patrón quien en definitiva tiene la última palabra.
 
Digo esto porque desde que empezó esta eliminatoria, y prácticamente en todo lo que llevamos de competición, esta estructura de popa ha permanecido invariable. Ha habido victorias, muchas, pero también derrotas y todos han vuelto a su puesto al día siguiente. Forman una piña, con un líder sí, Dean Barker, pero sobre todo confían absolutamente los unos en los otros. Y en ese núcleo de decisión fundamental están los dos únicos no neozelandeses de la tripulación. Y así llevan ni se sabe desde cuándo. Y digo esto, repito, porque en el barco español las cosas no son así.
 
Parecería injusto que ahora que han perdido su cuarta regata y parecen desahuciados para la victoria, los criticara donde antes los aplaudía. No. Siempre he dicho lo mismo. En la popa del barco español falta un líder indiscutido. Un patrón que crea en el triunfo. Que muestre el camino a la victoria o, en su defecto, que lleve al barco a su límite en pos de conseguirla.
 
Para empezar nuestros cuatro hombres básicos son cinco: Karol Jablonski, el patrón y caña, de Polonia, Jhon Cutler, el táctico, de Nueva Zelanda, Matt Machowicz, el navegante,de USA, Santiago López-Vázquez, el estratega, y Luis Doreste, el otro estratega, españoles, que como hay dos se van turnando. Hoy perdemos, pues pongo al otro. Y así. En fin, creo que no es la forma de hacer equipo. El jueves el barco español perdió, y lo hizo intentando algo imposible: derrotar a Emirates Team New Zealand  a base de viradas y contra-viradas. Un error. Hoy han cambiado al estratega y han vuelto a perder por lo mismo. A lo mejor el de hoy, no estaba mirando ayer.
 
Lo mejor del día: la presalida
 
El Desafío Español, bandera azul, New Zealand amarilla. Les va mejor a los españoles entrar por la izquierda en el cajón de presalida. Después de la acostumbrada parada proa al viento frente a línea, toma la iniciativa como siempre New Zealand, se desplaza hacia la derecha y toma ventaja; el español, lo sigue pero en un momento en que ya faltan menos de dos minutos,  rompe el compromiso y se queda en medio del cajón; los neozelandeses eligen el lado derecho y el Desafío queda a sotavento. Navegan hacia línea sin espacio para esperar a que el tiempo llegue a cero. El español orza, el New Zealand se queda parado proa al viento, tiene que virar. Entonces el Desafío cae y recorre la línea esperando el momento de salir. Gana mucha velocidad pero se mantiene demasiado alejado de la salida, al final, cruza cuatro segundos después de la bocina cuando podría haberlo hecho sobre ella. New Zealand ha hecho bordo y sale casi parado pero un segundo antes. No obstante el barco español inicia el largo con 40 metros de ventaja que deberían haber sido suficientes para ganar.
 
La ceñida y la derrota
 
No tuvo la culpa el viento: el New Zealand navegó en el  mismo lado todo el tiempo.  Ahora ya no dejan al Desafío ni a sol  ni a sombra. Se mantuvieron detrás en barlovento. No era mucha la fuerza del viento y puede que ahí el neozelandés sea más rápido, pero la ventaja se esfumó enseguida y los barcos navegaban parejos. Si se hubiera prolongado el rumbo probablemente el Desafío hubiera terminado a popa del rival, o no. Pero de ser así, podría haber hecho bordo y tratar de marcharse al otro lado. Los otros le hubieran marcado, pero ya no en su proa. En el peor de los casos, por velocidad, no más de una o dos esloras se hubieran perdido en baliza. Bien, eso es lo que yo pienso, y eso es lo que hizo Mascalzone para ganar a los kiwis y eso precisamente es lo que no ha hecho nunca el barco español. Sólo algo parecido el día que ganó.
 
Todos dicen en la base: no podemos entrar en una guerra de viradas, ¿y qué hacen?. Exactamente lo que “no pueden”. Veintiún bordos y treinta y cinco segundos de retraso. Creo que los neozelandeses no se van más lejos porque quieren mantener el contacto de marcaje. Al final en el último largo, cuando la meta está al alcance, si, entonces son 1:49, una vergüenza de distancia.
Creo que el barco español puede hacer más. Creo que el Desafío Español es más rápido de lo que está resultando. Y creo que Luis Doreste debería ser el patrón del equipo.
 
BMW-Oracle al borde de la eliminación
 
El Challenge que fue el primero en retar al Alinghi por la Jarra de las Cien Guineas, BMW-Oracle, pierde cuatro a uno en su enfrentamiento con Luna Rossa. ¡Cómo deben estar lamentando su derrota ante los chinos! De no haber sido por ese desastre propiciado por una inoportuna rotura, hubieran quedado líderes después del segundo Round Robin y hubieran elegido rival, a los españoles por supuesto, y ahora estaríamos viendo unas semifinales más ajustadas: los dos más malos, por una parte y los dos más buenos por otra. No ha sido así y el domingo, probablemente, se producirá un doble 5 a 1 que nos llevará a una final de la Copa Louis Vuitton entre New Zealand y Luna Rossa. Curiosamente es el mismo enfrentamiento que se produjo en la final de la America´s Cup en el año 2000 en Auckland. Entonces ganaron lo kiwis 5 a 0 y por tanto retuvieron la Copa. Un duelo del máximo nivel que esta vez no tendrá tan abultado resultado.

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