La NBA vive días convulsos. Muchos partidos están siendo aplazados por el reguero de positivos por coronavirus en muchas de las franquicias. Es tal la preocupación por los efectos de la tercera ola de la covid-19, que el nuevo protocolo establece prohibiciones tales como chocar las manos con los propios compañeros.
Si la situación sanitaria es preocupante, no lo es menos lo que sucede con dos de las grandes estrellas de la liga. Uno de ellos es Kyrie Irving. El base se perdió este martes su cuarto partido con los Nets sin dar explicaciones sobre su mala actitud, lo que puede poner fin a su vínculo con el equipo de Brooklyn y también costarle una multa de la NBA que lo investiga por un vídeo en el que aparentemente está en una fiesta sin máscara facial.
Otro de los que traen de cabeza a la NBA es James Harden. Tras aparecer en un club de striptease sin mascarilla y solicitar su traspaso a los Rockets, su estado físico incendia a la mejor liga de baloncesto del mundo. Una imagen en la previa del partido ante los Lakers está dando la vuelta al mundo. Su tremenda barriga pone en entredicho su profesionalidad. Tras la derrota ante los actuales campeones, Harden pasó por rueda de prensa y dejó unas declaraciones que ponen más picante a su situación en Houston: "No somos lo suficientemente buenos. No tenemos química ni talento y se ha visto en los últimos partidos. Amo a esta ciudad. Literalmente he hecho todo lo que podía. Esta situación es una locura y es algo que no creo que se pueda arreglar".
Un mensaje que sonó a despedida y que encontró la réplica en otra de las estrellas de los Rockets, John Wall: "Solamente fueron nueve partidos. Vamos, ¿quieres saltar del barco después de sólo nueve partidos? Cuando tienes gente que no quiere ganar es complicado. Este grupo puede hacer cosas especiales, pero si tenemos algunas partes que no están comprometidas es muy difícil".
Un cruce de declaraciones que pone sobre la mesa los problemas del vestuario en la franquicia de la ciudad más poblada del estado de Texas y que deja claro que la situación es insostenible. Al final, tanto estirar la cuerda, Harden va a conseguir su objetivo. Dinamitar a los Rockets y ser traspasado.