
La NBA calienta motores para el reinicio de la competición. Los equipos vuelven a los entrenamientos para preparar la fase final que la disputarán 22 franquicias en Orlando.
Los grandes favoritos a llevarse el anillo son los Bucks, los Lakers y los Clippers, pero hay una franquicia que tiene un plantel lleno de talento y que puede ser el tapado. Ojito a lo que puedan hacer los Denver Nuggets. Antes del parón por la crisis del coronavirus marchaban terceros en la siempre complicada Conferencia Oeste (43 victorias y 22 derrotas) con Nikola Jokic a la cabeza. El serbio, un auténtico superclase con sus 2.13 metros de estatura, que hace las delicias de los aficionados al buen baloncesto por sus tremendos conceptos, su buena manita y visión de juego.
Si hay algo que siempre se le ha achacado al bueno de Nikola es su físico. Pese a sus enormes números (20.2 puntos, 10.2 rebotes y 6.9 asistencias) y habilidades dentro de la cancha, en reiteradas ocasiones fue criticado por su peso.

Ver a Jokic fuera de la cancha era pensar que veías a un gigantón que podría ser de todo menos uno de los mejores pívots del mundo.
Pues bien, Jokic se ha puesto las pilas durante el confinamiento y ha conseguido cambiar su físico tras bajar cerca de 20 kilos.
Una fotografía subida por el propio jugador serbio en su cuenta de Instagram, ha causado un tremendo revuelo en las redes sociales. Fino y definido, Jokic parece otro.

Desde los Denver Nuggets habían anticipado este cambio en Jokic. "Está en una forma increíble. Nunca le había visto mejor. Está como listo hasta para ir a la playa. Tiene hasta abdominales", había declarado Tim Connelly, presidente de operaciones del conjunto de Colorado, en el podcast Altitude Sports Radio.