El coronavirus llega a la NBA y la primera medida afecta a la franquicia que ha dominado la liga estadounidense en los últimos años, con cinco finales consecutivas y tres títulos de campeones (2015, 2017 y 2018).
El estado de San Francisco ha prohibido las reuniones de más de 1.000 personas para las dos próximas semanas y eso incluye los partidos que los Golden State Warriors jueguen en su cancha del Chase Center, con capacidad para 18.064 espectadores.
De esta forma, se convierte así en el primer pabellón que acogerá un partido de la NBA a puerta cerrada en sus 74 años de historia, según informa el reconocido periodista Adrian Wojnarowski.
El primer partido a puerta cerrada será el que enfrente en la madrugada del jueves al viernes -03:30, hora peninsular española- a los Warriors con los Brooklyn Nets.
No es la primera medida adoptada desde las oficinas neoyorquinas de la Liga. Los periodistas ya tienen limitado el acceso a las zonas mixtas y tienen que guardar una distancia de dos metros con los jugadores, además de tener prohibido el acceso a los vestuarios para poder realizar las entrevistas antes y después de los partidos.