Álex Abrines desapareció de la circulación a principios de este año. Renunció a su contrato con los Thunder. Algo sorprendente, ya que estaba siendo importante en la rotación de la franquicia de Oklahoma. ¿Qué le ocurría al bueno de Alex? Era todo un misterio. No solo abandonó la disciplina de los Thunder. Era como si se lo hubiera tragado la tierra. Estaba totalmene desaparecido.
Abrines ha reaparecido este miércoles con un emotivo vídeo para explicar lo que le ha ocurrido: su mente le jugó una mala pasada y colapsó.
Utilizando al balón de baloncesto como hilo conductor del relato, desde la pista de su colegio de La Salle de Mallorca, Abrines cuenta que lo ha pasado mal en los últimos tiempos, que ha estado al borde de decir adiós al baloncesto. Pero que ha peleado por regresar. Y que ya está listo. Se habla de su regreso al Barcelona.
"Querido amigo, la que me has liado", comienza su relato Abrines: "Tanto tiempo junto y me haces esto. Nos conocemos desde que no sabía ni caminar. Años y años de una amistad inquebrantable hasta que hace unos meses todo se rompió en mil pedazo porque empezaste a darme miedo. No te podía ni ver. Incluso llegué a odiarte. Vernos era poco menos que una obligación. A la más mínima oportunidad te esquivaba. Sólo quería huir de ti y de todo lo que te rodea. Pasé mucho tiempo dicéndome a mí mismo que esto no podía ser verdad, que no tenía sentido, que debía volver a ser el que era. Por eso pedí ayuda a los míos y recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidades que sentíamos cuando estábamos juntos. Decidí decir basta, quería luchar por nuestra amistad y recuperar la sonrisa"
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— Alex Abrines (@alexabrines) July 3, 2019
El estrés, la angustia, la presión de la alta competición puede desbordar a un deportista y derivar en un problema mucho más grave: la depresión. Afortunadamente, cada vez hay más testimonios que ayudan a concienciar de que, realmente, no estamos ante una cuestión menor. Muchas veces nos olvidamos de que, por mucho que sean deportistas de élite, antes que todo son personas. Con sus problemas y sus preocupaciones. Abrines, tras pasarlo realmente mal, vuelve a sonreír. ¡Vamos Alex!