En su afán por seguir siendo la competición más importante del planeta, la NBA sigue explorando vías para su posible ampliación. Si bien es cierto que el discurso oficial ahora mismo indica que no hay planes para una expansión inminente, la realidad es que el afán de crecimiento de la liga estadounidense sigue muy vigente.
Ciudades como Seattle, histórica sede de los Supersonics convertidos hoy en los Oklahoma City Thunder, Louisville, sede de la poderosa empresa de comida rápida ‘Kentucky Fried Chicken’, Kansas City o Las Vegas, donde la NBA estará muy pendiente de la instauración inminente de los prestigiosos Oakland Raiders de la NFL para conocer el impacto de una franquicia de tal calado en la capital del juego, anhelan ser sede de un equipo NBA. En la misma tesitura están las canadienses Vancouver, que ya fuera sede de los Grizzlies, y Montreal, más aún después del reciente anillo de los Toronto Raptors, que ha aumentado aún más si cabe el interés por el baloncesto en el país de la hoja de arce.
Todas estas urbes están pendientes de un posible traslado de algún equipo, con todas las miradas puestas en Memphis, un mercado pequeño en el que los Grizzlies no terminan de ser suficientemente rentables, como del caso en el que la NBA decidiera aumentar sus treinta franquicias actuales, número de equipos que conforman la competición desde 2004. Es ahí donde entra en juego, y con enorme fuerza, el plan con el que ahora mismo la NBA trabaja para expandirse a un tercer país más allá de Estados Unidos y Canadá. Concretamente, México. Y es que, según puede confirmar Libertad Digital, ya existen movimientos muy claros destinados a que, en un plazo ideal de cinco años la capital azteca, Ciudad de México, sea sede de una franquicia de la NBA.
El antiguo Distrito Federal es una opción muy razonable en la expansión internacional de la liga, pues a nivel logístico es la elección perfecta en lo que al huso horario se refiere, así como a las horas de vuelo para los equipos, que hacen absolutamente inviable a día de hoy una conferencia europea de momento aparcada de la hoja de ruta. No en vano, Ciudad de México se halla a escasas dos horas de avión de Texas, donde tienen su sede los Dallas Mavericks, los San Antonio Spurs y los Houston Rockets, y a menos de seis de Nueva York, distancia similar a la que separa la Gran Manzana de Los Ángeles, por ejemplo. Por ello, México es una opción ideal para volver a salir más allá de las fronteras estadounidenses, alternativa a valorar y más teniendo en cuenta el éxito de los Toronto Raptors.
La relación de la NBA con México no es ni mucho menos nueva. Sin ir más lejos, la próxima temporada habrá dos partidos oficiales de la liga en el Arena Ciudad de México, un colosal recinto con capacidad para 22.300 espectadores. Concretamente, el 12 de diciembre jugarán allí los Detroit Pistons ante los Dallas Mavericks, y dos días después se enfrentarán los San Antonio Spurs y los Phoenix Suns. Con ello, serán ya treinta los encuentros NBA celebrados en México desde 1992, muy por encima de ningún otro país fuera obviamente de Estados Unidos y Canadá. Será, además, la cuarta temporada consecutiva en la que se disputen dos partidos de liga regular en la capital azteca. Pero la intención en la que ya trabaja la NBA es ir a más en los próximos años. Y no pocas voces así lo reclaman. La última, hace apenas unos días, el pívot de los Denver Nuggets Mason Plumlee, que publicó en su página web oficial un escrito reclamando esa franquicia en Ciudad de México, una urbe con casi nueve millones de habitantes, que se elevan a unos veintidós si se amplía a toda su área metropolitana.
La GLeague, plataforma de lanzamiento
El primer paso para el desembarco definitivo de la NBA en Ciudad de México será la inminente inclusión de un equipo azteca en la GLeague, la liga de desarrollo de la competición estadounidense. Ya el pasado mes de febrero, fuentes oficiales de la NBA aseguraron que esa vía estaba más que clara y que la intención del ente dirigido por Adam Silver era establecer el equipo mexicano de la liga de desarrollo de forma inminente. "No sabemos si será para la próxima temporada, aunque esa es la meta" declaró entonces Arnon de Mello, director general de NBA Latinoamérica. Según ha podido saber LD, la lanzadera elegida por la NBA era la inclusión esta misma temporada en su segunda competición de los Capitanes de Ciudad de México, equipo dirigido por el español Ramón Díaz y que fue creado en 2017 para cubrir el vacío del baloncesto en la capital, logrando el subcampeonato nacional los dos últimos cursos y, esta misma temporada, la clasificación para la Liga de las Américas.
Sobre la mesa estuvo incluso la posibilidad de que Capitanes tuviera dos equipos, uno en México y otro en la GLeague, o que jugara ambas competiciones con una sola plantilla, pero finalmente no será este próximo curso el del salto del club azteca a la GLeague, por lo que ya se trabaja en el escenario de hacerlo en el curso 2020/21. Lo que también puede confirmar este medio es que, en caso de la experiencia sea satisfactoria, la intención de la NBA es lanzarse definitivamente a instaurar una franquicia en Ciudad de México. Y el objetivo marcado es de cinco años para que sea una realidad, con lo que, de trascurrir todo según la hoja de ruta marcada, en 2025 México sería el tercer país en alojar un equipo de las grandes ligas estadounidenses.