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NBA

Los Warriors dejan a Portland con el agua al cuello y rozan su quinta final consecutiva (99-110)

Unos Golden State con sabor añejo se ponen a un paso de la pelea por el anillo. La serie marcha 0-3 a favor de los de San Francisco.

Unos Golden State con sabor añejo se ponen a un paso de la pelea por el anillo. La serie marcha 0-3 a favor de los de San Francisco.
Draymond Green, Stephen Curry y Klay Thompson fueron los héroes de la noche. | EFE

Sin Kevin Durant. Todo lo que han hecho los Golden State Warriors en estas finales de Conferencia lo han hecho sin su alero titular y estrella mundial del baloncesto. Los Dubs en la madrugada del domingo volvieron a revivir viejos tiempos y se encomendaron a su particular 'trinidad' que, otrora, tantas alegrías les dieron. El comandante de la noche para doblegar a unos peleones Blazers fue Draymond Green. El siempre polémico ala-pívot firmó su séptimo triple-doble en unos playoffs de NBA con 20 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias, además de dar la sensación de sentirse líder del equipo sobre la pista y epicentro del 3-0 que luce en el luminoso la serie.

"Ha sido una bola de demolición, derribó todo a su paso", fue el piropo que le dedicó Steve Kerr, técnico de los Warriors a Green. Sin embargo, no se dice sabor añejo por nada, y es que Stephen Curry y Klay Thompson dieron un auténtico recital sobre el parqué. El base certificó en su hoja de anotación 36 puntos y el escolta 19. Casi nada.

Ningún equipo en toda la historia de la NBA ha conseguido remontar un 3-0 en contra en unos playoffs. Algunos consiguieron forzar el séptimo partido, pero ninguno ha sido capaz de dar la vuelta a la tortilla. Por lo tanto, en el horizonte de los Warriors ya se atisba su quinta final de la NBA consecutiva. Están a un paso. Un paso que podrían dar el próximo lunes si consiguen volver a conquistar Portland.

Damian Lillard y C.J McCollum no son suficientes

Para vencer a los Warriors (que ya han demostrado ser terrenales) hace falta mucho más que buenos jugadores. Se necesita configurar una plantilla y un planteamiento de juego que no permita que se desenvuelvan cómodos en la pista. Los Clippers ya les dieron el susto y, aunque insuficiente, parecieron dar con la tecla.

Damian Lillard llegaba de cuajar, hasta el momento, sus mejores playoffs de su carrera. Ante los Dubs firmó 19 puntos los cuales, sumados a los 23 de su inseparable escudero McCollum, no bastaron. Si los de la Bahía de San Francisco están a un paso de la Final, los de Oregón podrían decir adiós en el próximo encuentro, haciendo que una vez más los Curry y compañía se conviertan en la bestia negra del oeste.

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