Tras una frustrante temporada en la que Los Ángeles Lakers de LeBron no consiguieron meterse en 'playoffs' y que terminó con el adiós del entrenador, Luke Walton, y del presidente de operaciones, un Magic Johnson que anunció su dimisión, la basura comienza a salir a flote.
Magic, mítico base del conjunto angelino, justificó su abrupta salida afirmando que era más feliz viendo la NBA desde fuera. Los motivos reales, fueron bien distintos. Un error electrónico, a la hora de mandar unos correos, destapó una cruda realidad. La propietaria y el manager general de los Lakers ponían en entredicho el trabajo de Magic.
Rob Pelinka, mánager general, le envió varios correos electrónicos a Jeanie Buss, propietaria, criticando lo que Magic estaba haciendo y también lo que no estaba haciendo. La dueña de la franquicia, en un descuido lamentable, puso a Johnson en copia en todos esos correos. Sus apreciaciones iban de la mano con las voraces críticas de Pelinka.
Magic recibió varios correos en los que se criticaba su labor. El día de su despedida ya dejó alguna pista a navegantes: "No me gustaron algunos rumores que se convirtieron en puñaladas por la espalda", declaró.
The truth will always come to light p> — Earvin Magic Johnson (@MagicJohnson) April 25, 2019
Y haciendo de oráculo, "la verdad siempre sale a la luz" escribió en Twitter, anticipó lo que ahora es un secreto a voces, la verdadera razón de su marcha. Una traición por la espalda más propia de Juego de Tronos que de uno de los mejores equipos de baloncesto del mundo.