
La NBA, metafóricamente hablando, ha saltado por los aires con el último fichaje estrella de la pretemporada. Los New York Knicks se echan las manos a la cabeza, al menos los fans de la que era su gran estrella, por el traspaso de Carmelo Anthony a los Oklahoma City Thunder.
La noticia se ha dado a conocer en las últimas horas en una operación entre ambas franquicias que deja en Oklahoma a Anthony en un intercambio por Enes Kanter, Doug McDermott y una ronda de draft.La llegada del alero al Chesapeake Energy Arena provoca que se forme un tridente demoledor con Russell Westbrook y Paul George.
Habrá que ver cómo combinan tanto peso pesado en el mismo equipo, pero a buen seguro que en Oklahoma ven con muy buenos ojos que su franquicia dé un salto de calidad tan importante con la llegada de una estrella como Anthony. El español Álex Abrines también habrá esbozado una amplia sonrisa con la noticia.