Pau Gasol vivió en primera persona las malas pulgas de Gregg Popovich, el entrenador de los Spurs. Se disputaba el quinto partido de la serie, empatada a dos, entre San Antonio y Houston Rockets.
Tras un igualadísimo partido, los Spurs tenían en su mano el triunfo al disponer de la última posesión con el marcador empatado a 101. El australiano Patty Mills subía el balón y Pau, en vez de ir a hacerle el bloqueo, se metió en la pintura y dejó sólo ante el peligro a su compañero. Un error grosero que propició el tiro fuera de tiempo de Mills con la defensa de Harden encima.
"Leí mal la jugada. Cuando ponen un pequeño a marcarte, uno tiene la tendencia de ir hacia adentro y vi el cambio, pero debería haberme quedado fuera. Patrick Beverley se fue con LaMarcus [Aldridge] y hubiéramos podido aprovecharlo, así que leí mal la jugada", reconocía Gasol tras el encuentro.
Tras la acción, Popovich, puro nervio, enloqueció. Se acercó a Pau y le echó un tremendo rapapolvo. En la prórroga, el mayor de los Gasol pagó la ira del sheriff y no jugó un solo minuto.
Afortunadamente para el mayor de los Gasol, los Spurs terminaron llevándose el triunfo en el tiempo extra (110-107) y ponen la serie 3-2 a su favor.