La gran actuación de James Harden, autor de 45 puntos, ha guiado a Houston Rockets a su primera victoria en la final de la Conferencia Oeste frente a Golden State Warriors (128-115), rival que aún mantiene una clara ventaja para lograr la clasificación (3-1) tras un partido en el que Stephen Curry dio el susto con una caída escalofriante.
Después de perder los tres primeros partidos de la serie, los Rockets sabían que estaban al borde de la eliminación y respondieron a esta amenaza de la mejor manera posible, logrando su mayor puntuación en un cuarto de playoffs desde 1980, un total de 45 puntos en el parcial inicial con un acierto espectacular: 8/9 en triples y 77 por ciento de acierto en el tiro.
"Sólo quería ser agresivo, lanzar mis tiros, ir hacia canasta sin forzar en ningún momento y dejando que el partido viniera a mí", relató tras la victoria Harden, que alcanzó su plusmarca anotadora en un partido de postemporada y anotó 7/11 en triples. Josh Smith (20 puntos) y Dwight Howard (14 puntos, 12 rebotes) fueron sus escuderos en esta ocasión.
En cuanto a los Warriors, que finalizaron el primer cuarto doblados en el marcador (45-22), Curry encendió todas las alarmas con un duro golpe en el ecuador del segundo parcial. El MVP se pasó de frenada al intentar taponar a Trevor Ariza, que no saltó, y voló por los aires cayendo sobre la espalda y golpeándose también la cabeza.
El base pudo volver al partido hasta disputar 31 minutos, pero no alcanzó a su espectacular nivel de las últimas semanas (23 puntos, 7 /18 en tiros), clave para que la franquicia de Oakland no pudiera volver a la carga pese al esfuerzo de Klay Thompson (24 puntos) y Draymond Green (21 puntos, 15 rebotes).
Los Warriors llegaron a situarse a 9 puntos tras el paso por vestuarios (73-64), pero su intento de remontada no llegó más lejos porque Harden se encargó de abortarlo hasta sembrar un cómodo final de partido para su equipo.
Los Rockets, que remontaron un 3-1 adverso ante Los Angeles Clippers en la anterior eliminatoria, aspiran a convertirse en el primer equipo en la historia de la NBA que levanta un 3-0 en 'play-offs', una hazaña que quieren mantener viva en el Oracle Arena durante la madrugada del miércoles al jueves.