Corría el mes de septiembre del año 2009 cuando un joven badalonés de nombre Jordi Fernández se convertía en el primer español en enrolarse en el cuerpo técnico de una franquicia NBA. Con apenas 25 años y tras dejar atrás al Hospitalet (club en el que también se había formado Serge Ibaka), pasó a ser uno de los encargados de análisis de vídeo en el equipo del estado de Ohio, además de formar parte de los responsables de preparación física de la franquicia. Una situación que, como no podía ser de otra forma, llamó la atención del mundo de la canasta en España desde el primer momento, dado lo novedoso de la aventura del catalán.
En su sexta temporada en Estados Unidos, Fernández ha continuado escalando posiciones en el staff técnico de los Cavaliers, y, tras estar hace dos años en la dinámica del primer equipo, viajando con ellos y sentándose tras el banquillo en los partidos, primero, de cara a esta temporada adquirió un cargo de enorme responsabilidad, al ser nombrado entrenador jefe de los Canton Charge, el equipo vinculado de la liga de desarrollo (D-League), y en el que están llamados a rodarse aquellos potenciales jugadores del primer equipo con los que pueda llegar a contar el técnico David Blatt. Un paso más para el catalán, que la pasada ya fue entrenador asistente de los Charge, una especie de filial en el que no sólo jóvenes, sino veteranos incluso de ligas europeas, tratan de mostrar su buen hacer a la espera de que se les abra una rendija para derribar la puerta de la NBA. La más reciente ha sido la del escolta Joe Harris, elegido en el pasado draft por los Cavs y que, tras miliar durante la mayor parte de la temporada a las órdenes del entrenador español, forma ahora mismo parte, con un contrato temporal, del que para muchos es el gran aspirante al título de campeón de la NBA.
Y es que el año del debut del badalonés en los banquillos de la D-League está siendo exitoso. En una temporada que consta de 50 partidos de liga regular, previos a los playoffs, los Charge ya han vencido 29 encuentros, por lo que el español ya es considerado como un winning head coach (entrenador ganador), toda vez que su balance de triunfos y derrotas ya será positivo aunque pierda todos los duelos que le restan por jugar. Y eso es algo que, para un entrenador novato, se valora mucho en Estados Unidos. Además, ostentan la mejor defensa de la competición, cediendo apenas 95.9 puntos por partido en una liga que no se caracteriza muchas veces precisamente por su alto nivel en la zona trasera. Todo ello, en un equipo con siete jugadores en su primer año de profesional, supone sin duda una temporada muy a valorar en lo que a resultados se refiere. Pero no es ese el gran objetivo de los Canton Charge.
En una reciente entrevista al portal estadounidense Crains Cleveland, el español se mostró muy cómodo con su forma de trabajar en los Cavs. La presencia de David Blatt, entrenador de largo recorrido en Europa, como técnico principal de la franquicia, lo facilita todo. "Jugamos el mismo sistema en ataque y en defensa que los Cavaliers", reconoce, convencido de que es el mejor camino al éxito de un equipo de la liga de desarrollo en su vinculación con su `mayor´ en la NBA: "así es como debe ser, y es como se hace en Europa. Somos un sistema en el que tus equipos deben tener la misma filosofía y el mismo estilo. En ello creo al 100%".
Igualmente, el entrenador hace alusión a la gran particularidad de su equipo, con un objetivo claramente de formación de jugadores, por lo que su trabajo es muy específico. "En Estados Unidos en ninguna de las ligas se cuida el desarrollo del jugador. En el instituto se quiere ganar, en la universidad igual, y por supuesto en la NBA. La única liga que lo hace es la D-League. En Europa, todo es desarrollo hasta que llegas a profesional. Es una mentalidad diferente. Por eso aquí no estoy muy centrado en los triunfos o derrotas que tengamos. Creo que la forma en que jugamos y competimos nos hace ganar a largo plazo". Todo ello, unido a la relación directa que Fernández mantiene con David Griffin, Manager General de la franquicia de Ohio, hace que el trabajo en los Canton Charge resulte más productivo, al conocer exactamente las líneas de actuación a seguir por el entrenador, que también mantiene una relación fluida en lo profesional con David Blatt.
Así las cosas, pronto podrían comenzar las especulaciones sobre el futuro a medio plazo del barcelonés. Aunque se encuentra muy vinculado a la franquicia de los Cavaliers, con la que le resta un año de contrato, no descarta ninguna opción, ya sea en Estados Unidos o de vuelta a Europa. Cabe indicar que es el tercer entrenador principal en la breve historia de los Charge (cuatro años), y que sus dos predecesores en el cargo actualmente son entrenadores asistentes de franquicias NBA. Concretamente, Alex Jensen cumple su segunda temporada en los Utah Jazz, mientras que Steve Hertzel se unió en el pasado mes de junio a los Charlotte Hornets. Si siguiera el mismo camino, apenas superada la treintena, Jordi Fernández volvería a hacer historia en el baloncesto español, pues nunca un entrenador nacido en España ha sido entrenador asistente en un banquillo NBA. De hecho, hasta esta temporada, en la que el ex del Real Madrid Ettore Messina ejerce como asistente de Gregg Popovich en los San Antonio Spurs, nunca un europeo lo había sido.
Sin duda, la carrera de Jordi Fernández es una de la de esos pioneros que abren puertas a sus compatriotas. Pese a no ser todavía muy reconocido en nuestro país, a buen seguro que en unos años se reconocerá el enorme mérito y dificultad de lo logrado por este joven que un día comenzó a cumplir su sueño de entrenar en la NBA. Ahí es nada.