Craig Sager, el periodista de las chaquetas estrambóticas, vuelve a cubrir partidos NBA

En el mundo NBA, fuera de las grandes estrellas que habitan la cancha, y los estudiosos entrenadores que se sientan en sus banquillos, pocas caras son tan reconocibles como la de Craig Sager, periodista de 63 años de la TNT, y que trabaja como micrófono inalámbrico a pie de pista en las retransmisiones de la liga estadounidense de baloncesto, amén de otras competiciones del mundo de la canasta y otros deportes a nivel nacional desde la década de los 80. Además de por sus comentarios, Sager no deja indiferente a nadie por la particular forma que tiene de vestir, principalmente en lo que a sus estrambóticas chaquetas se refiere. Pero, estilismo aparte, la carrera del periodista le ha reportado un más que reconocido prestigio, al tiempo que se ha ganado el cariño de jugadores, entrenadores, árbitros y directivos de la NBA.

Tanto es así, que la noticia del pasado mes de abril sobre su tratamiento contra una leucemia generó en un aluvión de muestras de cariño por parte de todos los sectores de la liga, encabezadas por Gregg Poppovich, el entrenador de los vigentes campeones, San Antonio Spurs, cuyas entrevistas con Sager con especialmente interesantes por la acidez con que ambos se muestran en las mismas. El veterano técnico ha mostrado en varias ocasiones su apoyo al periodista en su lucha contra su enfermedad sanguínea.

Y como no podía ser de otra forma, su regreso a la actividad era una noticia muy esperada. El mismo se produjo este jueves, en el duelo en el United Center de Chicago entre los Bulls de Pau Gasol y Nikola Mirotic y los Oklahoma City Thunder de Serge Ibaka, con victoria para los de Illinois por 108-105, y gran actuación de los tres pívots españoles. En los prolegómenos del partido, el videomarcador del pabellón mostró imágenes de Sager, que desde su posición de trabajo se mostró visiblemente emocionado con tal hecho, más aún cuando la mayor parte del público se puso en pie para propinarle una atronadora ovación. Instantes después, la mascota de la franquicia de Chicago, el toro Benny, se acercó a Sager y le hizo entrega de un regalo muy especial: una chaqueta con los colores de los Bulls, que el periodista no dudó en ponerse inmediatamente.

Las muestras de cariño no cesaron, y el propio entrenador de los Bulls, Tom Thibodeau, calificó el retorno de Sager al micrófono como "una de las grandes historias de la temporada". Un hecho que se produce tras once meses de duro tratamiento apartado de las canchas, con un transplante de médula incluido, la pérdida de 22 kilos y, como con su particular humor recuerda el protagonista, "la compra de varias chaquetas nueva".