El registro de 1-8 supone el peor comienzo de temporada en la historia de los Lakers como franquicia, incluidos los años en Minneapolis.
Tim Duncan, que registró 13 puntos y 11 rebotes, se convirtió en el segundo jugador en la Historia de la NBA con más de 25.000 puntos, 14.000 rebotes y 2.500 tapones. El primero en lograrlo fue Kareem Abdul-Jabbar. El argentino Manu Ginóbili añadió 9 puntos y 8 asistencias.
Bryant, que venía promediando un 38,8 acierto en el tiro -el peor porcentaje de su carrera-, se quedó en 1/14 en tiros de campo para acabar con 9 puntos y 6 asistencias. Carlos Boozer aportó 19 tantos y 8 rebotes.
Con Bryant desaparecido, fue Boozer quien tomó las riendas del equipo californiano y, junto al esfuerzo atrás de los de Byron Scott, logró reducir el déficit de 15 tantos (54-39) hasta dejarlo en 7 (57-64) tras un parcial de 3-25, que dejó constancia de la escasa inspiración de los Spurs en el tercer cuarto (33 por ciento).
San Antonio había dejado escapar una primera oportunidad de noquear a su rival y vio cómo Bryant anotaba su primer tiro en el inicio del último periodo, pero aquella mecha no se convirtió en el fuego que esperaba su equipo y los tejanos no se apiadaron una segunda vez.
Apretaron el acelerador con un Duncan excelso y un providencial Danny Green, vitales para dar 26 de ventaja a los suyos (62-88) antes de entrar en los minutos de la basura.
Kobe Bryant: una sola canasta de 14 intentos
Continúa la pesadilla en el Staples Center con la nueva derrota de los Lakers frente a los Spurs por 80-93.
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