Los Spurs de San Antonio sumaron esta pasada madrugada el 2-0 en la final de la Conferencia Oeste tras dar una paliza a Oklahoma City Tunder por un contundente 112-77, protegiendo de este modo el factor cancha y obligando a su rival, mermado por la falta de Serge Ibaka y por el discreto partido de Kevin Durant y Russell Westbrook, a una reacción.
El conjunto de Gregg Popovich se ha mostrado demoledor en los dos primeros capítulos de esta serie y tras ganar el primero de 17 puntos, en este segundo fue más allá y endosó una sonrojante derrota a los de Scott Brooks, que sólo aguantaron cuarto y medio.
Los Thunder acabaron el primer parcial por delante (24-26), pero a partir de ahí, los Spurs se hicieron con el mando del partido y de perder 33-36 a falta de seis minutos para el descanso se fueron al descanso con una cómoda ventaja tras un parcial de 25-8 (58-44).
Tampoco hubo reacción visitante tras el paso por los vestuarios. Oklahoma no pudo frenar en defensa a los locales, que cerraron los siguientes doce minutos con otro contundente 33-18 para acabar con las opciones de su rival, donde ni Durant ni Westbrook estuvieron a gran nivel, sumando cada uno 15 puntos y combinándose para 13/40 en lanzamiento.
Y es que la baja de Ibaka está siendo una losa para los de Scott Brooks, que fueron apabullados bajo los aros (53 rebotes contra 38) y que no fueron capaces de frenar al dúo formado por Tony Parker, máximo anotador con 22 puntos, y Danny Green, que hizo 21 con siete triples, cinco más que todo los Thunder.