
El alero LeBron James quiso demostrar que es el mejor jugador actual de la NBA y lo hizo llevando a su equipo a un triunfo arrollador de 99-76 ante los Indiana Pacers en el séptimo y decisivo partido de las finales de la Conferencia Este que ganaron por 4-3.
La victoria permitió a los Heat, actuales campeones de liga, volver por tercera temporada consecutiva a las Finales de la NBA que disputarán a partir del jueves ante los San Antonio Spurs, campeones de la Conferencia Oeste, que barrieron 4-0 a los Grizzlies de Memphis.
James, que dejó el partido sentenciado (91-66) a cinco minutos para concluir el tiempo reglamentario, logró 32 puntos, capturó ocho rebotes, repartió cuatro asistencias, recuperó dos balones y puso un tapón. Además, el escolta Dwyane Wade cumplió con su palabra de dar más apoyo a James en la labor ofensiva y fue el segundo máximo encestador al conseguir 21 puntos y nueve rebotes, en lo que fue el partido más completo que ha jugado en lo que va de serie.
Wade dijo que ahora lo único que tenían que pensar era en enfrentarse a un gran equipo como son los Spurs e intentar hacer el mejor baloncesto que les permita revalidar el título de campeones. "Los Spurs son un gran rival y los campeones de la Conferencia Oeste que han llegado a las Finales con todo merecimiento, por lo que si queremos ganar tendremos que jugar nuestro mejor baloncesto".
La buena labor ofensiva de Bosh hizo posible que el pívot jamaicano Roy Hibbert no brillara en el juego de los Pacers como en los partidos anteriores y ahí estuvo otra de las claves del triunfo de los Heat, el número 78 en lo que va de temporada que los deja como la undécima mejor marca en la historia de la NBA.
Como equipo, los Heat tuvieron un 40 (30-76) por ciento de acierto en los tiros de campo y el 38 (6-16) de triples, y el 87 (33-38) de personal, comparados al 41 (28-69), 30 (6-20) y 70 (14-20), respectivamente, de los Pacers, que perdieron el duelo bajo los aros al capturar 36 rebotes por 43 de Miami.