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El calvario de Calderón en Toronto

El base extremeño, a la sombra de Kyle Lowry, tiene cada vez menos protagonismo en los Raptors.

José Manuel Calderón sobrelleva con la cabeza alta el pobre deambular de su equipo de los Toronto Raptors en la NBA –penúltimo en la Conferencia Este–, pero ha dicho tras la derrota frente a Los Angeles Clippers (102-83) que "el tiempo pone a todo el mundo en su sitio".

El extremeño, que acaba de alcanzar la cifra de 500 encuentros disputados con los Raptors (4-17), vive una situación muy particular esta temporada, sumido en una grave crisis –diez derrotas en los últimos once partidos– y partiendo desde el banquillo como reserva de Kyle Lowry después de haber sido el base titular en las últimas campañas.

Se encuentra en su último año de contrato con la franquicia canadiense y es consciente de que podría entrar en un traspaso antes de la fecha límite del 21 de febrero, pero a fin de cuentas el futuro está en su mano porque en junio se convertirá en agente libre. "Es una situación complicada pero no me queda otra; hay que seguir siendo profesional e intentar dar el máximo. Está claro que habrá días mejores y días peores, que a veces tendré más minutos y otras menos, pero éste es mi equipo y tengo que jugar hasta el final, pase lo que pase", declaraba Calderón, que ante los Clippers jugó sólo 17 minutos –frente a los 32 que tuvo Lowry– en los que ha firmado cinco puntos, dos asistencias, tres rebotes y dos pérdidas de balón.

"La situación es difícil. No es nada fácil estar siempre motivado y jugar a tope, pero eso no quiere decir que no tengas que tratar de salir al 200 por cien. Cuando pierdes tanto está claro que cansa. No es agradable", apuntaba el internacional español.

Sin embargo, Calde apuesta por mantener la calma pese a los malos resultados. "Es mi forma de ser. Trato de ser la misma persona y no voy a cambiar ahora porque las cosas vayan mal... pero bueno, siempre habrá tiempo. El tiempo pone a todo el mundo en su sitio y hay que esperar. Me queda un año de contrato y no sé qué pasará. A partir de ahí podré tomar yo las decisiones. Veremos qué pasa", declara.

El de Villanueva de la Serena, que el pasado 28 de septiembre cumplió 31 años, no descarta que esa operación llegue antes de que finalice la temporada. "Puede ser que ocurra. Acaba mi contrato y probablemente haya posibilidades de que la franquicia piense en traspasarme para tener algo a cambio. Es una posibilidad. No sé si pasará. Es lo que hay, no lo puedo controlar", declara.

El base reconoció estar al tanto de los rumores que le colocaban en Los Angeles Lakers en una operación por la que tanto él como su compañero Andrea Bargnani acabarían en el equipo de Mike D'Antoni a cambio de Pau Gasol. "Da igual. Vaya a donde sea al final decido yo en junio", recalca. "Dejar el equipo supondría un gran cambio. Si voy a un equipo mejor sería como empezar de cero, como llegar de nuevo a la NBA. Lo cierto es que siempre he estado aquí así que no sé cómo sería desembarcar en otra franquicia, nunca lo he probado", manifestaba.

Momentos antes de abandonar el pabellón, Calderón departió unos segundos con el base rival Chauncey Billups, quien le se acercó para desearle suerte en vistas al futuro. "En junio podrás ponerte en una situación favorable para estar en un equipo ganador", le dijo el veterano director de juego de los Clippers.

Instantes después, Calderón dejaba un desolador mensaje en su cuenta oficial de Twitter: "Se van acabando las palabras, cada vez me cuesta más escribir después de los partidos. Pero bueno, no todo son números".

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