L D (EFE) En principio, Moyá y Ferrero jugarán los individuales, mientras que el mallorquín Rafael Nadal y el catalán Tommy Robredo formarán pareja en dobles. Sin embargo, el estado físico de los dos primeros preocupa al grupo de técnicos del equipo español (G-3), quienes han decidido contactar con López y Costa por si surge alguna contingencia de última hora.
Moyá sufrió un esguince en su tobillo derecho hace diez días, cuando disputaba ante el australiano Leyton Hewitt la final del torneo de Sydney, mientras que Ferrero arrastra diversas molestias (la última de ellas una microrrotura de adductores) que, sin embargo, no le han impedido clasificarse para los cuartos de final del Abierto de Australia.
"Con Ferrero parece que no habrá problemas, pero la recuperación de Moyá evoluciona muy lentamente, estamos muy justos de tiempo y los próximos días serán vitales para ver si finalmente está en condiciones jugar", informaba el médico de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Ángel Ruiz Cotorro.
Juan Avendaño, portavoz del G-3, ha explicado que el objetivo del cuerpo técnico es recuperar al mallorquín como sea. "Su presencia en el equipo es muy importante para nosotros, por las ganas que tiene de jugar, por el nivel que ha exhibido en este inicio de año (campeón en Chennai y finalista en Sydney) y por la confianza que está demostrando en su juego", manifestaba. Moyá, hace un par de días que realiza ejercicios de carrera continua y este martes ya ha empezado a entrenarse en pista. El miércoles, el jugador tiene previsto viajar a Barcelona, donde empezará a ejercitarse en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (CAR), bajo la supervisión de Ruiz Cotorro.
Robredo también empezará este miércoles sus entrenamientos en el CAR, mientras que Nadal, tiene previsto seguir su plan de trabajo en Manacor hasta el próximo domingo, cuando el grueso de la expedición española vuele hacia la República Checa. La posible inclusión de Albert Costa, en el caso de que exista alguna baja de última hora, sorprende después de que el jugador se haya cansado de repetir que se pensaría "muy mucho" regresar al equipo tras no ser convocado para disputar la final de la pasada edición ante Australia.
Sin embargo, el G-3 se reunió con el ilerdense en Melburne la semana pasada para asegurarle que sigue entrando en los planes del grupo técnico (uno de sus integrantes, José Perlas, también es su entrenador) y parece ha habido un claro acercamiento de posturas entre ambas partes. "Albert sigue pensado que ha sido el gran perjudicado por nuestras decisiones en diversas eliminatorias, pero nosotros le hemos confirmado que seguimos contando con él y, por su parte, no tiene ningún problema en ayudar si se lo pedimos, aunque sí que se ha mostrado reticente a volver a jugar el doble", desvelaba Juan Avendaño.
En Brno a España le espera el equipo checo, que estará formado por Jiri Novak, Radek Stepanek, Tomas Berdych y Martin Damm, aunque los dos primeros se perfilan como los únicos jugadores que disputaran los puntos para su equipo. La eliminatoria se disputará en el Centro de Exhibiciones de la ciudad checa sobre una pista de Taraflex, superficie similar a la que utilizan algunos torneos del circuito ATP, como por ejemplo, el de París. "Se trata de una superficie rápida, aunque todo dependerá de la estructura de las capas que le pongan de bajo. De todas formas, los checos son tenistas a los que les gusta jugar bastante desde el fondo de la pista y no creo que la hagan muy rápida, porque también sería perjudicial para ellos", comenta Avendaño.
La conquista de la Copa Davis del 2004, se ha convertido en un objetivo prioritario para la federación y su presidente, Agustín Pujol, insistió en que el excelente momento por el que atraviesa el tenis español se debe refrendar conquistando la segunda Ensaladera de su historia. "España es, en la actualidad, una de las potencias mundiales en este deporte y, a partir de ahora, las expectativas en esta competición van a ser máximas. Nuestros jugadores ya están mucho más habituados a las superficies distintas a la tierra batida y, hoy por hoy, el equipo aspira a ganar la Copa Davis allá donde nos toque jugar", sentenciaba Pujol.
Moyá sufrió un esguince en su tobillo derecho hace diez días, cuando disputaba ante el australiano Leyton Hewitt la final del torneo de Sydney, mientras que Ferrero arrastra diversas molestias (la última de ellas una microrrotura de adductores) que, sin embargo, no le han impedido clasificarse para los cuartos de final del Abierto de Australia.
"Con Ferrero parece que no habrá problemas, pero la recuperación de Moyá evoluciona muy lentamente, estamos muy justos de tiempo y los próximos días serán vitales para ver si finalmente está en condiciones jugar", informaba el médico de la Real Federación Española de Tenis (RFET), Ángel Ruiz Cotorro.
Juan Avendaño, portavoz del G-3, ha explicado que el objetivo del cuerpo técnico es recuperar al mallorquín como sea. "Su presencia en el equipo es muy importante para nosotros, por las ganas que tiene de jugar, por el nivel que ha exhibido en este inicio de año (campeón en Chennai y finalista en Sydney) y por la confianza que está demostrando en su juego", manifestaba. Moyá, hace un par de días que realiza ejercicios de carrera continua y este martes ya ha empezado a entrenarse en pista. El miércoles, el jugador tiene previsto viajar a Barcelona, donde empezará a ejercitarse en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (CAR), bajo la supervisión de Ruiz Cotorro.
Robredo también empezará este miércoles sus entrenamientos en el CAR, mientras que Nadal, tiene previsto seguir su plan de trabajo en Manacor hasta el próximo domingo, cuando el grueso de la expedición española vuele hacia la República Checa. La posible inclusión de Albert Costa, en el caso de que exista alguna baja de última hora, sorprende después de que el jugador se haya cansado de repetir que se pensaría "muy mucho" regresar al equipo tras no ser convocado para disputar la final de la pasada edición ante Australia.
Sin embargo, el G-3 se reunió con el ilerdense en Melburne la semana pasada para asegurarle que sigue entrando en los planes del grupo técnico (uno de sus integrantes, José Perlas, también es su entrenador) y parece ha habido un claro acercamiento de posturas entre ambas partes. "Albert sigue pensado que ha sido el gran perjudicado por nuestras decisiones en diversas eliminatorias, pero nosotros le hemos confirmado que seguimos contando con él y, por su parte, no tiene ningún problema en ayudar si se lo pedimos, aunque sí que se ha mostrado reticente a volver a jugar el doble", desvelaba Juan Avendaño.
En Brno a España le espera el equipo checo, que estará formado por Jiri Novak, Radek Stepanek, Tomas Berdych y Martin Damm, aunque los dos primeros se perfilan como los únicos jugadores que disputaran los puntos para su equipo. La eliminatoria se disputará en el Centro de Exhibiciones de la ciudad checa sobre una pista de Taraflex, superficie similar a la que utilizan algunos torneos del circuito ATP, como por ejemplo, el de París. "Se trata de una superficie rápida, aunque todo dependerá de la estructura de las capas que le pongan de bajo. De todas formas, los checos son tenistas a los que les gusta jugar bastante desde el fondo de la pista y no creo que la hagan muy rápida, porque también sería perjudicial para ellos", comenta Avendaño.
La conquista de la Copa Davis del 2004, se ha convertido en un objetivo prioritario para la federación y su presidente, Agustín Pujol, insistió en que el excelente momento por el que atraviesa el tenis español se debe refrendar conquistando la segunda Ensaladera de su historia. "España es, en la actualidad, una de las potencias mundiales en este deporte y, a partir de ahora, las expectativas en esta competición van a ser máximas. Nuestros jugadores ya están mucho más habituados a las superficies distintas a la tierra batida y, hoy por hoy, el equipo aspira a ganar la Copa Davis allá donde nos toque jugar", sentenciaba Pujol.