L D (EFE) "Para mí es mucho mejor que no esté, aunque es verdad que para el espectáculo es una pena, pero tal como está Federer ahora, la eliminatoria se convertiría, si no en imposible, sí en muy, muy difícil. Así tenemos más opciones", reconocía Nadal.
De todas formas, el número dos del mundo dice entender al suizo y respetar su decisión de no jugar este torneo, al tiempo que bromeaba ante preguntas de un periodista en una conferencia de prensa al descartar que su ausencia se deba al miedo de Federer a enfrentarse al mallorquín: "No creo que esté en condiciones de tener miedo a nadie". Para Nadal, la ausencia de Federer responden a una elección personal sobre un torneo por el que el mallorquín tiene "una debilidad muy especial".
Los cuatro jugadores del equipo nacional han dicho que el helvético es un conjunto muy bueno, lo que supone un reto para España, al que se suma el hecho de jugar fuera de casa. "Tenemos que esforzarnos y que no nos pase lo de los dos años anteriores, que perdimos fuera de casa", apunta Nadal, al tiempo que su capitán aboga por la necesidad de "crear oportunidades de juego". Para Sánchez Vicario, "los días de entrenamiento han sido buenos y el espíritu del equipo también, pero es imposible acostumbrarse en dos días a una pista que es muy rápida y a la que los suizos están más hechos que nosotros".
La pista está montada sobre una madera flotante que mantiene una capa de aire entre ella y el cemento del suelo, lo que hace que la bola vaya más rápido. Además, "tenemos que coordinarnos con los suizos para entrenar, porque sólo hay una pista", lamenta Feliciano López, quien añade que, en cualquier caso, el equipo saca unas cuatro horas de entrenamiento al día, además de los ejercicios de preparación física. En cambio, Ferrer destaca que "los suizos juegan muy parecido a nosotros", así que también tendrán problemas en adaptarse a una pista "que no es muy habitual en los circuitos habituales".
Como casi no han tenido ocasión de visitar la ciudad, el equipo capitaneado por Emilio Sánchez Vicario intentará salir a cenar por Ginebra, donde vive una importante colonia de españoles, particularmente gallegos. Todos ellos han coincidido en valorar el país -del que Verdasco destaca especialmente las montañas y sus estaciones de esquí- y su gente, que, según Nadal, "se comporta muy bien y es muy amable".
De todas formas, el número dos del mundo dice entender al suizo y respetar su decisión de no jugar este torneo, al tiempo que bromeaba ante preguntas de un periodista en una conferencia de prensa al descartar que su ausencia se deba al miedo de Federer a enfrentarse al mallorquín: "No creo que esté en condiciones de tener miedo a nadie". Para Nadal, la ausencia de Federer responden a una elección personal sobre un torneo por el que el mallorquín tiene "una debilidad muy especial".
Los cuatro jugadores del equipo nacional han dicho que el helvético es un conjunto muy bueno, lo que supone un reto para España, al que se suma el hecho de jugar fuera de casa. "Tenemos que esforzarnos y que no nos pase lo de los dos años anteriores, que perdimos fuera de casa", apunta Nadal, al tiempo que su capitán aboga por la necesidad de "crear oportunidades de juego". Para Sánchez Vicario, "los días de entrenamiento han sido buenos y el espíritu del equipo también, pero es imposible acostumbrarse en dos días a una pista que es muy rápida y a la que los suizos están más hechos que nosotros".
La pista está montada sobre una madera flotante que mantiene una capa de aire entre ella y el cemento del suelo, lo que hace que la bola vaya más rápido. Además, "tenemos que coordinarnos con los suizos para entrenar, porque sólo hay una pista", lamenta Feliciano López, quien añade que, en cualquier caso, el equipo saca unas cuatro horas de entrenamiento al día, además de los ejercicios de preparación física. En cambio, Ferrer destaca que "los suizos juegan muy parecido a nosotros", así que también tendrán problemas en adaptarse a una pista "que no es muy habitual en los circuitos habituales".
Como casi no han tenido ocasión de visitar la ciudad, el equipo capitaneado por Emilio Sánchez Vicario intentará salir a cenar por Ginebra, donde vive una importante colonia de españoles, particularmente gallegos. Todos ellos han coincidido en valorar el país -del que Verdasco destaca especialmente las montañas y sus estaciones de esquí- y su gente, que, según Nadal, "se comporta muy bien y es muy amable".