L D (EFE) "No sé si es constitucionalmente correcto que uno tenga que decir dónde tiene que estar una hora cada día", ha repetido Nadal, que ya durante el Abierto de Australia se quejó también amargamente. "Es una falta de privacidad enorme. Un precio muy alto por jugar al tenis que tenemos que pagar, aunque yo soy el primero en querer un deporte totalmente limpio", ha añadido el número uno mundial, quien ha explicado que en diez días ha tenido que pasar dos de estos controles.
Uno de ellos "el lunes después del torneo de Madrid" cuando se estaba bañando en Manacor con unos amigos por la tarde y su madre le avisó de que le estaban esperando en casa, y otro ya aquí en París, junto con Fernando Verdasco y a David Ferrer, "al que levantaron a las seis de la mañana".
"Entre los jugadores la voz es unánime, todos estamos en contra de estas nuevas reglas", ha comentado Nadal. "Nosotros no somos más que jugadores, es la Federación Internacional de Tenis (FIT) la que tiene que tomar medidas contra esto, es una persecución y tendría que poner remedio. No es bonito una persecución así", se ha lamentado.
"Puede pasar que una noche te des un beso con una chica que haya tomado algo y... Las normas son excesivas e injustas", ha señalado Nadal quien ha aprovechado para mostrar su apoyo al francés Richard Gasquet, sancionado por dos años por positivo de cocaína. "Le conozco, es amigo mío y he hablado con él por teléfono, y sé que no ha tomado cocaína", ha apuntado.
Respecto a su clasificación para octavos de final tras su victoria ante el australiano Lleyton Hewitt, el tenista manacorí ha observado que ganar así al ex número uno del mundo y de esa forma, es un "grandísimo resultado". "El año pasado, a estas alturas, estaba jugando peor, pero ahora me siento bien y jugando mejor. Estoy feliz porque mi revés lo he dirigido mejor y la derecha ha ido bien colocada adelante, a las líneas, en los momentos complicados", ha detallado.