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Nadal no da opción a su amigo Moyá y alcanza las semifinales

Nueva exhibición de Rafa Nadal. Ya había apretado las tuercas ante Lleyton Hewitt y, dos días después, ha jugado su mejor tenis frente a su amigo Carlos Moyá, al que ha derrotado en tres sets para alcanzar las semifinales de Roland Garros. Al número dos del mundo le espera ahora la gran promesa del circuito, el serbio Novak Djokovic, que también ha precisado las tres mangas para liquidar al ruso Igor Andreev.

(Libertad Digital) Nadal fue de menos a más, pero jugó lo suficiente para terminar desbordando a Moyá y vencerle por 6-4, 6-3 y 6-0 en dos horas y dos minutos. Además, el mallorquín iguala el récord de 19 victorias consecutivas que tenía Sergi Bruguera en París. Se coloca el zurdo manacorense en semifinales por tercer año consecutivo y ahora se las verá con Djokovic, uno de los jugadores con más hambre de títulos. "Creo que Nadal es el mejor del mundo en tierra batida", decía el jugador de Belgrado, que horas antes derrotaba a Igor Andreev por 6-3, 6-3 y 6-3 en diez minutos más que el español. Con 21 años recién cumplidos por parte de Rafa y 20 del serbio, ambos protagonizarán una de las semifinales más jóvenes de este torneo.

El mallorquín parte con ventaja de 3-1, tras iniciar la racha el año pasado aquí mismo, en cuartos de final al retirarse 'Nole' con problemas en la espalda y también respiratorios. En esta temporada llegaron las tres siguientes, con victoria del español en la final de Indian Wells, triunfo del serbio en los cuartos de Miami, y victoria de Rafa en los cuartos de final del reciente Masters Series de Roma. "No estoy sorprendido porque Djokovic alcance las semifinales", dice Nadal, "está teniendo una temporada impresionante, ha ganado el título en Miami e hizo cuartos en Roma conmigo. Es uno de los próximos números uno", destacaba el balear sin inmutarse.

Con el actor español Antonio Banderas en el palco principal, sudando la gota gorda, utilizando un sombrero blanco y luego un abanico para refrescarse, el malagueño degustó el duelo, después de llegar a todo correr directo del aeropuerto para no perderse el tercer enfrentamiento entre españoles en unas semifinales de Roland Garros. Nadal desplegó su tenis, apretando poco a poco hasta cerrar el duelo de forma expeditiva, con un concluyente 'rosco', dejándose únicamente 11 puntos en este parcial. Que Rafa tiene tomada la medida a Moyá está claro. Que su tenis es ahora inabordable para su amigo y paisano, también. Ambos se conocen a la perfección, pero el que saca más provecho de esta relación ahora es el de Manacor. Su bola es más rápida, sus desplazamientos mejores y los nueve años de diferencia también se notan.

Además, Rafa conoce la pista Philippe Chatrier al dedillo. Se acuesta en el fondo del rectángulo al principio hasta desbaratar las primeras estrategias de sus rivales, y luego machaca, un par de metros más adelante, con su bola alta, liftada y profunda, que hace inútiles las estiradas. Moyá lo comprendió pronto. En su regreso a la Pista Central, después de perder el pasado año con Roger Federer en la Suzanne Lenglen cuando jugó lesionado con su hombro derecho, se esforzó en mantener el partido vivo, dominando de derecha, pero esta vez se encontró con un revés de Nadal, sobre todo el cruzado, que entró en su campo de forma brutal.

Era un suicidio pelotear con el manacorense y, tras ceder el primer set, 'Charly' optó por la vía más rápida. Pero su saque, un fiel aliado en otras ocasiones, no fue relampagueante. Al final acabó con 38 errores no forzados por sólo quince del bicampeón, que también saca de provecho el salir fresco y sin demasiado castigo de cara a la cita del próximo viernes ante Djokovic.

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