L D (EFE) Nadal, en una entrevista a Noticias Cuatro, prevé un descenso en el juego del suizo dentro de dos años. "Para entonces, puedo estar en el número veinte, o quién sabe donde. Pero hay que estar preparado por lo que pueda ocurrir", añade el mallorquín. La pretensión del jugador balear es mejorar diversos aspectos de su juego. "Voy mejorando el servicio pero tengo que seguir haciéndolo. En tenis o mejoras o te vas para abajo. La derecha que tengo es bastante segura y hay que mantenerla. Siempre hay cosas que mejorar", dice Nadal, que se fija como objetivo para el 2007 la presencia en la Copa Masters de Shangai. "Para este año no me conformo con nada. Mi objetivo prioritario es clasificarme para el Masters de Shangai. Estar entre los ocho mejores del mundo. Eso es algo que me planteo cada temporada", apunta.
"Un deseo personal para el año 2007 es que la gente que está cerca de mi les respete la salud. A nivel más general, que terminen los desastres y las guerras lo antes posible aunque sea típico decirlo", señaló el jugador español, que descansa en Manacor de una "temporada larga pero de la que no estoy muy quemado". Nadal recuerda que el año que termina "arrancó de una manera difícil porque había disputado el mejor año de mi carrera. Había ganado el Masters Series de Madrid y después no podía mover el pie. No tenía claro como salir de esa lesión hasta que se encontró la solución, que fue una plantilla. Empecé la temporada con un mes y medio de retraso y fue de una forma que no hubiera pensado nunca", reconoce.
A pesar de las dificultades, el balear conquistó su segundo torneo de Roland Garros. "Después de tres meses sin entrenarme fui a más en París. La final fue increíble. Federer me estaba pegando un repaso pero reaccioné y al final gané el torneo". "Toda la temporada de tierra fue impresionante. Fueron momentos emocionantes para mí. Difíciles por todo lo que había que defender pero tuve la suerte de que todo salió bien", apunta el manacorí, que subraya especialmente su papel en el torneo de Wimbledon, donde llegó a la final.
"Jugar bien en Wimbledon era algo que tenía entre ceja y ceja. Pocas horas después de ganar Roland Garros ya estaba en Queens entrenándome y jugando en hierba. El cambio de tierra a hierba es bestial. Hice un gran esfuerzo. Tuve buenas sensaciones a pesar de la retirada ante Lleyton Hewitt por molestias en el hombro", dice. "Pude llegar a la final de Wimbledon que para mí fue una sorpresa muy grande y un sueño. No se puede decir que el mejor torneo de mi vida. Uno tiene sus torneos de su vida en cada época. Ninguno de los Roland Garros que gané fueron los torneos de mi vida. Roma, este año, fue mucho mejor. Wimbledon lo pondría donde he jugado a mejor nivel, sobre todo a partir de la tercera ronda, cuando gané a Andre Agassi", concluyó.