L D (EFE) "Es una opción que hay que tomarse en serio", bromeaba el jugador, quien recuerda que el césped le gusta especialmente. "En casa no tengo un jardín tan grande pero es una opción que hay que tomársela en serio, porque Wimbledon es un sitio importante y a mí algún año me encantaría jugar bien aquí y tengo que mejorar y soy consciente de eso", comenta.
Nadal dice que ahora necesita "desconectar" porque está cansado por haber jugado "muchos partidos", y revela que está trabajando duramente para progresar con su inglés. "Estudio cada noche. Cada día, después de los partidos estudio 20 minutos. Es mi lección principal". No obstante, es crítico con su juego sobre hierba. "Necesito mejorar mi servicio y varias otras cosas", admite. "Algunas veces, me pongo un poco nervioso cuando tengo que sacar, porque sé que si pierdo el juego, puedo perder el set. Pero esto me pasaba también hace dos años en tierra", advierte. "Ahora no me voy a poner a saltar de alegría, porque acabo de perder un partido en un Grand Slam", dice Nadal.
De Muller, destaca que el de Luxemburgo había jugado "a muy buen nivel todo el rato" y que además había tenido "un poco de suerte", pero también reconoció que a él le faltó un poco de inspiración. Pese a la decepción del momento, tras perder en un torneo que le encanta, Rafa indica que continúa soñando con ganar Wimbledon algún día. "Siempre digo, que cuando uno quiere llegar a ser bueno, lo más importante es querer serlo. Lo demás, el trabajo, el sacrificio, viene acompañado de esto. Yo quiero jugar bien en esta superficie y estoy dispuesto a cambiar mi juego", agrega.
De la derrota, Nadal saca también un aspecto positivo. "Cuando uno pierde es bueno porque sabe que tiene que mejorar", dice. El de Manacor ha vuelto a hacer referencia al suizo Roger Federer, un jugador al que admira, y recuerda una frase que ha dicho el vigente campeón de Wimbledon. "Para jugar bien en hierba, a uno le tiene que gustar. Está claro que yo no soy Federer, pero ahí trabajamos", concluyó.