Como si la confrontación estuviera aún viva, el público llenó las 6.300 localidades para ver cómo Nadal despachaba a Rochus (115 del mundo) en 76 minutos, masacrando al jugador de Namur, que durante el sorteo del jueves se había mostrado muy ilusionado en enfrentarse contra el número uno del mundo, recordando que le había ganado ya cuando el de Manacor era júnior.
Nadal utilizó el partido para seguir recuperando nivel después de los 37 días que ha permanecido fuera de competición y teniendo en cuenta que sus próximas citas, en los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami, donde defiende semifinales en ambos, se disputan en una superficie similar (aunque al aire libre) que la del Spiroudome belga.
Así, el de Manacor llegó a conectar fuertes servicios, entre ellos uno a 207 kilómetros por hora, lejos del récord de 251 km/h que logró el croata Ivo Karlovic este sábado en el doble del enfrentamiento de Copa Davis Croacia-Alemania, pero suficiente para desarbolar al pequeño jugador belga, al que endosó la cuarta derrota en cinco encuentros. No cedió ni una sola ocasión de rotura Nadal, mientras que rompió el servicio de su rival en tres ocasiones.
Feliciano López y Steve Darcis disputarán a continuación el último partido de esta serie, ya decidida a favor de España desde el sábado. El conjunto español espera el desenlace del Chile-Estados Unidos para saber quién es su rival y dónde viajará en cuartos de final, del 8 al 10 de julio, después de Wimbledon.