Nadal, que este jueves cumplirá 24 años, sigue sin ceder un solo set en la presente edición del segundo Grand Slam de la temporada. En tres mangas eliminó a Gianni Mina, a Horacio Zeballos, Lleyton Hewitt y Thomaz Bellucci, y este miércoles ha hecho lo propio ante Nico Almagro, a quien ha derrotado tras dos horas y 35 minutos de lucha. El jugador balear ha ganado su partido número 20 este año en tierra batida y el trigésimo sexto de su carrera en el torneo parisino.
El manacorense sabe que si gana por quinta vez en París recuperará el puesto de número uno del mundo tras la sorprendente derrota, el martes, del suizo Roger Federer a manos del sueco Robin Soderling. Pero tampoco se obsesiona.
Una de las claves del triunfo de Rafa Nadal ante Almagro, que está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera, fue el 73 por ciento de su primer servicio y que supo aprovechar dos de los seis puntos de rotura que dispuso. Almagro sólo anotó uno de dos, pero sobre todo la confianza de haber ganado los dos desempates. "Comencé un poco tenso", reconocía Nadal a pie de pista, "y fue muy ajustado a partir del 3-3 del primer set. Gané los desempates y mi juego mejoró algo, y he sido más agresivo y por eso los he ganado y han sido decisivos", destacaba.
Dos años después de su cita con Almagro en esta misma ronda (6-1, 6-1 y 6-1) Nadal volvió a imponer su ley, aunque esta vez con muchos problemas al principio, pues el murciano se colocó en una fulgurante salida, plena de fuerza y confianza con un esperanzador 3-0, para intentar repetir la captura de un set, como hizo en el Masters 1000 de Madrid, el único que ha perdido junto con el de Roma ante el letón Ernest Gulbis.
Eran momentos en los que al pupilo de José Perlas le salía todo. Su preciso revés a una mano buscaba las líneas y su derecha magullaba la central, donde volvía a jugar después de dos ediciones. Nadal, impreciso, sin las distancias tomadas aún, fallaba más de lo que en él es habitual. Pero esos momentos dulces de Almagro duraron poco. Nadal recuperó su solidez y a base de un par de puntos geniales, de esos en los que desgasta física y mentalmente a sus rivales, fue desinflando la moral de Nico. "No hay nada que hacer, venga por Dios", le gritó el murciano a su técnico, ante el frontón que tenía delante.
La seguridad de Nadal se demostró en los dos desempates de la tarde. En ambos juegos cortos jugó con la experiencia de sus 200 victorias en tierra -201 con la de este miércoles- de sus 11 semifinales en los últimos 16 Grand Slams, con seis grandes en su bolsillo, de su tenacidad con la que ha destrozado tantas veces a Federer. Almagro confiaba en la victoria, como su novia Cristina, una estudiante de Derecho que regresó de nuevo a París, tras pasar unos exámenes y que se desgañitó en la grada animándole junto a Albert Molina, el agente de Nico.
Nadal además utilizó el saque y la volea en los momentos precisos, cuando había que decidir, en el 5-2 del desempate del primer set; otra en el punto de rotura que dispuso Almagro en el noveno juego del segundo, y una más en el primer punto del segundo desempate de la tarde, cuando había que marcar diferencias.
Melzer, tras los pasos de Thomas Muster
En las semifinales del próximo viernes le espera el austriaco Jurgen Melzer, vigésimo segundo cabeza de serie y que ha protagonizado una de las grandes sorpresas de esta edición del torneo parisino al vencer al serbio Novak Djokovic, número tres del mundo, por 3-6, 2-6, 6-2, 7-6 y 6-4 en cuatro horas y cuarto de partido. Melzer, que se convierte en el primer tenista austriaco que alcanza esta ronda después de Thomas Muster, ha conseguido el mejor resultado de su carrera en un Grand Slam. Por primera vez en su vida ha remontado un partido tras haber cedido los dos primeros sets, al imponerse con la tercera bola de partido de la que dispuso, tras un resto fuera de Nole, como también es conocido Novak Djokovic.
El punto de inflexión del encuentro se produjo en el cuarto set, que duró una hora y 19 minutos, y en concreto de un interminable octavo juego, que se definió después de nueve deuces (iguales) y que se llevó Djokovic. Melzer se hizo con el saque de su rival en el noveno juego del quinto set para ganar el suyo a continuación y clasificarse para la semifinal, emulando la gesta de su compatriota Thomas Muster, campeón en 1995.
Nadal nunca ha perdido un set contra Melzer, jugador contra el que se ha enfrentado en dos ocasiones, en el Masters 1.000 de Madrid del año pasado, también en tierra batida, y en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, en pista rápida.
Nadal acaba con la aventura de Almagro en Roland Garros
Rafael Nadal ya está en semifinales de Roland Garros. Ha ganado a Nicolás Almagro en tres sets, por 7-6 (2), 7-6 (3) y 6-4, y ahora se medirá al austriaco Jurgen Melzer, que ha derrotado al serbio Novak Djokovic en un partido de más de cuatro horas.
En Deportes
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura